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Un testigo contradice al acusado de matar a Eduardo Abad

Un amigo de Manuel Caño, acusado este último de matar en la calle de Génova de Madrid al joven Eduardo Abad tras una riña de tráfico en octubre de 1998, contradijo ayer la versión ofrecida por el procesado el primer día del juicio, informa Efe. Caño admitió que estuvo en la escena del crimen junto con otras dos personas, su amigo Manuel Navarro y una tercera persona que, según dijo, no conocía. Navarro, que declaró ayer como testigo, aseguró que esa tercera persona era un hermano del procesado.La Audiencia de Madrid celebró hoy la segunda sesión del juicio con jurado contra Caño, para quien el fiscal pide 12 años de cárcel por homicidio, mientras la acusación particular, que representa a la familia de la víctima, solicita 25 años de cárcel; y la defensa, la absolución.

Navarro testificó que la noche del 4 de octubre de 1998 iba en el coche con Caño y que junto a ellos iba un hermano del procesado, y no un amigo suyo como señaló el procesado. Según este testigo, fue el hermano del acusado, Javier C., quien condujo el vehículo en el que los tres salieron aquella noche para tomar unas copas. Explicó que los tres iban muy borrachos y que, bien entrada la madrugada, un grupo de muchachos les increpó por la velocidad, pese a que ellos circulaban correctamente y eran los peatones los que entorpecían indebidamente el tráfico.

En ese momento, dijo el testigo, el conductor paró el vehículo y él y Caño aprovecharon la ocasión para "pedir explicaciones" al grupo de jóvenes que les habían increpado y entre los que se hallaba la víctima. Admitió que él discutió con una pareja y matizó que no vio lo que hizo el acusado ni a nadie en el suelo. Tras la discusión, señaló, el acusado y él se dirigieron a un taxi, ya que el hermano de Caño se había marchado con el coche.

"Se bajaron dos hombres"

En la sesión de ayer testificaron los tres amigos que acompañaban a Eduardo Abad cuando fue agredido y apuñalado. Los tres coincidieron en señalar que estuvieron hasta las cinco de la madrugada en una discoteca de la calle de Campoamor, donde celebraban un cumpleaños, y que luego se dirigieron a la calle de Génova para tomar un taxi. Allí, afirmaron, fueron increpados desde un vehículo, cuestión a la que no dieron importancia. Agregaron que, segundos más tarde, se dieron cuenta de que el citado vehículo, con las mismas características que el de Caño, se paró y que de él se bajaron dos hombres, uno alto y de complexión fuerte y otro, más bajo y delgado, con el pelo con media melena, características similares a los perfiles de Navarro y del acusado. El ministerio fiscal recordó que uno de los amigos de la víctima identificó tanto a Manuel Navarro, con quien dijo discutió directamente, como al acusado, a quien vio "empujando" a Eduardo. Hoy continuará el juicio con nuevas declaraciones, entre ellas la del hermano del acusado.

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