El ejemplo de Tarradellas y la importancia de Madrid

Las citas y alusiones al presidente de la Generalitat entre 1977 y 1980, Josep Tarradellas, fueron abundantes en el debate de ayer. Pasqual Maragall y Jordi Pujol las utilizaron para contradecirse mutuamente.Pujol aludió a su antecesor en la presidencia de la Generalitat para recordar que en 1977 se fue directo a Madrid desde su exilio en Francia, cuando todas las fuerzas políticas catalanas esperaban que regresara a Barcelona desde su residencia de Saint Martin le Beau. Aquella decisión de Tarradellas reforzaba la importancia de las negociaciones políticas en la capital de España, hoy como ayer, cosa que Pujol reconoció pese a que, según afirmó, no le gusta mucho ir a Madrid.

Maragall admitió sin ambages que aquella llegada de Tarradellas a Madrid "decepcionó" a quienes esperaban otro comportamiento de él, entre los que se contaban los socialistas. Pero agregó que inmediatamente les "deslumbró" cuando el presidente catalán "se presentó a sí mismo en Madrid diciendo que era el sucesor de aquel a quien Franco había ordenado ejecutar".

"El cepillo para catalanes"

La política que han de desarrollar el Gobierno de la Generalitat y el conjunto de las fuerzas catalanas ocupó un lugar destacado en la primera intervención de Maragall. En particular, la destinada a conseguir que el desarrollo autonómico avance según el modelo federal y a lograr un nuevo modelo de financiación autonómica. El líder socialista sostuvo: "Si vamos juntos, España tendrá que decir que sí; España no puede resistirse largamente a una demanda catalana formulada conjuntamente por todas las fuerzas catalanas".

Esta pretensión no fue rechazada de plano por Pujol. Pero para expresar sus recelos se refirió también a la experiencia de Tarradellas, quien le explicó en cierta ocasión: "En Madrid tienen un gran cepillo guardado que sacan sólo cuando van allí los catalanes con sus peticiones. Nos pasan el cepillo por la espalda, nos dicen que los catalanes lo hacen todo tan bien y tal y cual, pero al final, ni cinco. Y nosotros nos vamos tan contentos de que nos hayan dicho que somos tan estupendos".

Por esta razón, Pujol afirmó que, según su experiencia, lo que de verdad ha servido para arrancar cosas en la capital de España ha sido "la situación de fuerza" en que se ha encontrado CiU en ocasiones.

Josep Lluís Carod se refirió también a Tarradellas, aunque lo hizo para agradecer que tanto Maragall como Pujol lo hubieran citado. Y para recordar que Tarradellas fue también secretario general de ERC.