Aznar comparte con los disidentes el deseo de un futuro democrático para Cuba

El presidente del Gobierno, José María Aznar, manifestó ayer su deseo y esperanza de que algunos de los principales dirigentes políticos presos en Cuba sean puestos pronto en libertad. La esposa de uno de los presos políticos más conocidos, Vladimiro Roca, aseguró que Aznar les había prometido "hacer cuanto esté en sus manos" para conseguir su liberación. El presidente del Gobierno afirmó que el rey Juan Carlos está también al tanto de la situación de los detenidos. El Rey paseó ayer, en compañía de Aznar, por las calles de La Habana, aunque el calor popular esperado se vio impedido por el dispositivo de seguridad.

El presidente del Gobierno recibió en la Embajada española en La Habana a un grupo de familiares de presos y a cinco representantes de los diversos grupos de la disidencia. Con ellos, Aznar dijo compartir "sus ambiciones y esperanzas sobre derechos humanos y valores democráticos, sobre el futuro de las libertades". Preguntado sobre si iba a interceder ante el Rey para que se interesase por la suerte de los presos políticos, el presidente contestó: "El rey de España conoce perfectamente esa situación. En la medida de nuestras posibilidades, espero y deseo que pronto no estén en prisión". Uno de los disidentes más veteranos, Gustavo Arcos, declaró que le había expresado su decepción porque, una vez en el Gobierno, no había cumplido con algunas de las promesas electorales que había hecho en relación a Cuba. La imprevista presencia de Aznar en el paseo del Rey por las calles de La Habana restó espontaneidad al contacto entre el Monarca y la población cubana y politizó ese acto. Por un lado, las medidas de seguridad de las autoridades cubanas hicieron casi imposible el acceso al Rey de aquellos que voluntariamente querían hacerlo. Además, las difíciles relaciones entre los dos Gobiernos no permitieron la movilización organizada que el régimen suele favorecer ante acontecimientos de estas características.