Declaración contradictoria
Manuel Caño se esforzó ayer en explicar al tribunal las contradictorias declaraciones que ha prestado sobre esta muerte, primero, ante la policía, y luego, en el juzgado; por qué se cortó el pelo y por qué ocultó el coche en un garaje hasta su detención casi un mes después del homicidio. Atribuyó todo a amenazas recibidas. Explicó que, tras el crimen, varias personas le amenazaron con matar a su familia si denunciaba lo ocurrido en la calle de Génova.El fiscal avanzó al jurado que hay numerosos testigos, transeúntes y los amigos de la víctima que han testificado que sólo fue Caño el que se bajó del coche y quien asestó la cuchillada a Abad, y que, además, se cortó el pelo para no ser reconocido. También aludió el fiscal a una llamada que recibió desde Moncloa esa noche la policía de un conductor que aseguraba que los ocupantes de un Renault 19 estaban sacando navajas a otros automovilistas de la zona.