Cultura sumisa
El Aula de Cultura de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) es uno de los referentes de la transición en Alicante. En la agonía del franquismo, sus actividades sirvieron en su ámbito de influencia de motor para el cambio del modelo autoritario al democrático, para subvertir la inercia de una sociedad cautiva durante décadas. Esta concepción ha cambiado o, más bien, se ha diluido, según el director de la Casa de América, Óscar Estrada. Para Estrada, "la CAM ha perdido la conexión con la sociedad civil".La presunta sumisión de la cultura a los intereses del poder no es exclusiva a la CAM. El otoño comenzó caliente con la crisis desatada en el Instituto Juan Gil Albert tras la decisión del equipo del presidente de la Diputación de suprimir el consejo de redacción de la revista Canelobre. En la búsqueda de explicaciones para esta coyuntura, Estrada aventura que la posible fusión entre Bancaja y la CAM, sobre la que tanto se ha especulado, "se produciría sobre un terreno más aséptico, toda vez que la sociedad ve la caja como algo menos suyo".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.