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Los afectados por los derribos en Parque Ansaldo exigen un plan de realojo urgente

La pregunta es inequívoca: "¿Nos van a dar casas?" La respuesta, a tenor de la voluntad demostrada hasta ahora por la Administración, es una quimera. Las familias afectadas por los derribos de la pasada semana en la barriada de Parque Ansaldo, en la periferia del municipio de San Juan, siguen a la intemperie. "Ni naves industriales, ni casas. Aquí, no ha habido ningún realojo", comentó ayer Carmen Giménez, portavoz de las familias gitanas. "Tampoco han sido realojadas las familias de inmigrantes magrebíes", afirmó Carlos Gómez, de Alicante Acoge.

Mientras, la Consejería de Bienestar Social mantiene silencio o manda mensajes erróneos; el Ayuntamiento de San Juan, a través del concejal de Urbanismo, Manuel Giménez, se limita a reiterar que nadie duerme en la calle. La afirmación queda en entredicho tras una somera visita por la barriada, donde es común observar a familias enteras durmiendo en el interior de sus vehículos.Ayer, unas 300 personas, entre ellas miembros de los colectivos cívicos de apoyo a los que se han quedado en la calle tras la primeras demoliciones de seis bloques de viviendas, se concentraron en las inmediaciones del colegio público, ubicado en el barrio, para reclamar con urgencia un plan de realojo. Allí, pintaron (acción en la colaboraron los dos bandos afectados: inmigrantes y gitanos, y cada uno en su lengua) una serie de pancartas alusivas a sus reivindicaciones, que a continuación colgaron sobre los muros del colegio y, más tarde, por las precarias viviendas que aún quedan en pie en el enclave "No a los derribos", "Contra la Brutalalidad del Ayuntamiento" o "Vivendas dignas para todos", eran algunas de las leyendas que se podían leer en las pancartas.

La concentración transcurrió con una cruda normalidad, amenizada con música (flamenco y temas árabes) y el reparto de folletos informativos. "Bien, lo tomo, pero no sé leer", advirtió un hombre mayor al joven repartidor. "Yo creo que deberíamos ir todos a protestar frente al Ayuntamiento", añadió. La postura más radical de este residente en Parque Ansaldo fue pospuesta para mejor ocasión, sino obtienen respuesta positiva a sus demandas.

Los concentrados advirtieron de que su talante dialogante y pacífico podría tomar un cariz más irancundo, si la Administración no varía su postura y si Argentaria (propietaria de la mayoría de las viviendas ocupadas ilegalmente) sigue adelante con la ejecución de las órdenes de desahucio y posteriores derribos. "Este alcalde está jugando con fuego", sentenció otro afectado.

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