Señora Tardón
La señora Tardón se rasga las vestiduras porque "la movida de Madrid se ha convertido en un ambiente de degradación", que causa "auténticos estragos" en la noche madrileña. Y en "un ambiente de degradación que incide de forma perversa y negativa en la formación de los menores". La cuarta teniente de alcalde, responsable del área de Seguridad me ha dejado perplejo, porque a estas alturas, viniendo de la judicatura, se desayuna con estas noticias y, con todos mis respetos, permítame un expresión castiza, da la sensación de haberse caído de un guindo.La movida intelectual que usted menciona, de los años ochenta, nada tiene que ver con la nefasta política que el señor alcalde de Madrid tiene de protección del menor.
Salga usted una noche de fin de semana por cualquier parte de nuestro Madrid y verá cómo funcionan los flamantes negocios de bares de copas al servicio de los menores de edad, abiertos hasta altas horas de la madrugada, con el acuerdo del Ayuntamiento y el apoyo de cualificados intelectuales.
Después tome el flamante metro, a partir de las seis de la mañana, y verá cómo sale de su ignorancia. Revise las multas que han puesto por servir alcohol a menores y cuántos bares han cerrado por ese motivo y encontrará que, mirando hacia otro lado, no se puede hacer cumplir con la ley de protección de los menores.
Encontrará estadísticas de aquellos que han conducido ebrios. Si iban conduciendo, ya no eran menores, y éste es otro problema de educación y de responsabilidad cívicas. No obstante, la verdadera estadística del resultado de los "auténticos estragos" nocturnos de la Villa y Corte los tiene usted en los fracasos escolares y en el alcoholismo de menores. Señora Tardón, demuestra con sus declaraciones las carencias políticas que tiene el Ayuntamiento de Madrid sobre la protección de los derechos del menor. -. .
