Fondo oscuro

MICHEL CAMDESSUS deja un Fondo Monetario Internacional (FMI) muy diferente del que se encontró, salvo en su opacidad. Pues más allá de las "razones personales", se deconocen los motivos verdaderos de la dimisión anticipada del director gerente francés. Varias se han barajado: el abierto enfrentamiento con el Banco Mundial, la institución gemela nacida de Bretton Woods hace 54 años; la crisis provocada por el escándalo de que parte de la cuantiosa ayuda del FMI a Moscú haya ido a parar a cuentas de rusos en el extranjero, o la presión del Tesoro de EE UU contra Camdessus y su manera de gestionar un FMI que pierde apoyos en la política de Washington. Es necesaria una mayor explicación.La lucha por la sucesión de Camdessus que se ha abierto puede dañar a esta institución, que, aunque necesitada de reformas, es sumamente útil. Según la regla no escrita de que el Banco Mundial lo dirige un estadounidense, la dirección del Fondo Monetario corresponde a un europeo, especialmente a uno de la zona euro, el grupo que realiza la mayor aportación al Fondo. En esta carrera, el Gobierno español no habría de renunciar de antemano a tal puesto, pues dispone de más de un candidato idóneo.

Los 13 años de Camdessus como director gerente han venido con los de la globalización financiera, cuyas crisis, como la mexicana o la asiática, nadie previó, pero que el FMI ha sabido capear. Pero sí han puesto de relieve que el FMI no cuenta con los instrumentos necesarios para generar una estabilidad suficiente en la actual fase de las finanzas globales. La renovación en la dirección del Fondo debería ir acompañada de nuevos métodos. Pues no basta ya la vigilancia macroeconómica, en la que el FMI se ha especializado: es necesario entrar en los aspectos micro de las economías nacionales, y en particular en una supervisión de las instituciones financieras de cada país.

El FMI nació para gestionar una situación de tipos de cambio fijos que desapareció en 1971. Se ha convertido en el gran consultor de las economías nacionales del mundo entero, aunque en vez de cobrar por estos servicios, como se ha dicho, presta dinero a los Estados con problemas que aceptan sus recomendaciones. Es verdad que acostumbraban a ser muy estrictas, aunque ha sido Camdessus quien ha logrado incluir otras consideraciones, sean las condiciones sociales, la democracia o el desarrollo humano. Como debe ser.