La Diputación justifica al "baserritarra" que cortó los pinos pintados por Ibarrola
La Diputación de Vizcaya ha comprobado que el artista Agustín Ibarrola ha intervenido en tres parcelas de propiedad privada colindantes al terreno central del bosque pintado del valle de Oma, con posterioridad a la adquisición en 1989 de la parcela sobre la que inicialmente había dibujado figuras sobre el tronco de los árboles. La Diputación compró entonces más de siete hectáreas de terreno forestal por 10.500.000 pesetas para proteger la obra de Ibarrola. La presidencia del ente foral hizo ayer público un extenso comunicado en el que recuerda el carácter de "bien cultural que proteger" del bosque pintado, pero destaca la necesidad de defender los intereses de los propietarios de la zona, "cuyos bienes han sido ocupados sin su autorización, causándoles un perjuicio no desdeñable".
Según la nota de la Diputación, la variedad de pinos plantados en Oma tiene un crecimiento de explotación de 35 años. Los árboles talados tenían ya 40. "No podemos olvidar que el soporte utilizado por el señor Ibarrola para expresar su arte es un ser vivo, que su duración en el tiempo es efímera, dependiendo de los avatares físicos, biológicos y climáticos", justifica el texto.
La pasada semana se supo que una treintena de pinos pintados por Ibarrola había sido afectada por los trabajos para apear realizados por el propietario de la parcela. Los árboles formaban parte de siete figuras, situadas en un extremo del bosque pintado, que resultaron destruidas totalmente o desfiguradas. El artista respondió con indignación al sentir que su obra había quedado cercenada.
El baserritarra José Antonio Gardoki, dueño de los pinos cortados, afirmó que carecen de valor y que fue el artista quien se extralimitó al "invadir un terreno privado". Según la Diputación, Gardoki solicitó el 27 de octubre un permiso de corta en la parcela, sin hacer mención a la existencia de árboles pintados por Ibarrola. El permiso no llegó a tramitarse porque el propietario no presentó toda la documentación requerida. Los responsables de la Diputación aclararon que la corta sin permiso "tan sólo constituye una infracción administrativa".
Tras la polvareda levantada por la destrucción de parte del bosque pintado (el PSE llevará el asunto a las Juntas), la Diputación quiso ayer conciliar intereses. Lamentó que el destrozo se conociera cuando ya no se podía reparar e hizo un llamamiento "al respeto a la propiedad privada y al diálogo como forma más eficaz de resolver los conflictos".
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