FIESTAS BAJO LOS FRISOS DEL PARTENÓN
La alarma ha saltado entre académicos, parlamentarios y antiguos responsables de la institución. Por unos nueve millones de pesetas, el Museo Británico de Londres alquila a selectos clientes la galería Duveen, donde se exhiben los famosos frisos del Partenón de Atenas. Los mármoles griegos sirven de escenario a fiestas de disfraces que organizan periódicamente empresarios y particulares, con la antigua Grecia como temática de la velada. Los invitados pueden fotografiarse bajo los frisos, y la sala suele decorarse con motivos variados que el museo considera "de buen gusto". Eso sí, la institución pública sólo acepta peticiones de "recaudadores benéficos serios" y de "millonarios responsables", que deben suscribir previamente una póliza de seguros por unos 500 millones de pesetas. Cumplidas las condiciones, la galería se convierte en un magnífico salón donde los invitados cenan servidos por camareros ataviados a la usanza griega. Fumar y bailar está generalmente prohibido en estas veladas, amenizadas por cuartetos de cámara o bandas de jazz. Alquilar las instalaciones de los museos y galerías públicas para actos privados es una costumbre extendida en el Reino Unido. Pero la confirmación de que esta joya artística sirve de fondo decorativo para noches de gala ha hecho saltar la alarma. El Gobierno griego lucha por la repatriación de los mármoles, y una utilización tan vulgar como potencialmente peligrosa ayudará, sin duda, a su reclamación. "Estoy francamente consternado por la actitud del museo", ha indicado el diputado laborista Andrew Dismore. "¿Cuál será la próxima fiesta de disfraces? ¿Orgías temáticas en las galerías de Roma?". A los guardianes de los frisos simplemente les sorprende el revuelo. "Todo el mundo organiza fiestas y recepciones. No permitimos desnudos o disfraces con escaso ropaje", señaló un portavoz del museo.-
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