La imputación por sorpresa de Prenafeta añade tensión política

La gran sorpresa del cierre de la instrucción del caso Grand Tibidabo fue la imputación de Lluís Prenafeta, quien durante diez años fue estrecho colaborador de Jordi Pujol en la Generalitat como secretario general de la Presidencia.Prenafeta abandonó luego la política y se dedicó a actividades empresariales, sobre todo a la promoción de un diario nacionalista (escrito en castellano), El Observador, que desapareció en 1993.

La imputación de Prenafeta no había sido solicitada por los fiscales y añade una nube de componente político al juicio oral del caso Grand Tibidabo.

El rotativo recibió de la instrumental Aciesa 210 millones de pesetas para su financiación. Otros 400 millones de pesetas fueron desviados por De la Rosa para la supervivencia del proyecto periodístico nacionalista.

A Prenafeta, las acusaciones le piden un año y seis meses de cárcel por un presunto delito de estafa derivado de la financiación que De la Rosa prestó a las sociedades relacionadas con el periódico, Coterma y Predeusa. Al antiguo colaborador de Pujol se le reclaman igualmente 240 millones de pesetas de responsabilidades civiles.

Para el colaborador de Prenafeta Armand Carabén, administrador de Predeusa, las acusaciones particulares solicitan un año de cárcel.

También la esposa de De la Rosa, Mercedes Misol, está acusada de estafa en los movimientos accionariales de la clínica New Teknon, otra de las sociedades que descapitalizaron a Grand Tibidabo.