El hallazgo de otras termas replantea los límites de L"Alcúdia de Elche

La aparición de nuevas termas de origen romano en el yacimiento arqueológico de L"Alcúdia de Elche, datadas por los expertos en el siglo I de nuestra era, ha replanteado los límites de uno de los enclaves arqueológicos más importantes de España. Hasta este hallazgo, fruto de una campaña extraordinaria de excavaciones desarrollada en septiembre, se tomaba como límite del asentamiento ibérico y romano una muralla de escaso valor de época tardorromana, pero ahora se ha descubierto que dos torreones de esa supuesta muralla no eran sino parte del lateral de unas gigantescas termas, las segundas que aparecen en el yacimiento donde se encontró el busto más representativo del arte ibérico: la Dama de Elche.La época en la que los arqueólogos datan las termas coincide con el declive del imperio romano en muchas de sus principales urbes, por lo que se mantiene la tesis de que el asentamiento ilicitano fue uno de los más destacados tanto por el potencial económico como demográfico. Una de las hipótesis barajadas por los directores de las excavaciones es que debajo de las termas se encuentre el primer asentamiento romano de L"Alcúdia.

Tras las campañas realizadas, primero por la familia Ramos -propietaria del yacimiento hasta que lo vendió a la Universidad de Alicante-, y ahora por una fundación integrada por el Ayuntamiento de Elche y la Universidad, los arqueólogos aseguran que tan sólo se conoce el 10% de lo que esconde L"Alcúdia. Un presupuesto limitado y la nula colaboración por parte de otras entidades, hace que los trabajos no alcancen el ritmo deseado para descubrir el potencial histórico del yacimiento.

La fundación ha decidido acometer una profunda renovación del museo que acoge las piezas que se rescatan, incluida la remodelación de la sala de los mosaicos. Los constantes hallazgos hacen que los arqueólogos hablen de L"Alcúdia como de un "yacimiento vivo".