Un adolescente alemán mata a tres personas desde la ventana de su casa y luego se suicida
Cuatro muertos y seis heridos, varios de ellos graves, era anoche el resultado de la aventura suicida emprendida por un estudiante alemán de 16 años que, atrincherado en el chalé familiar, comenzó a disparar primero contra los transeúntes y luego sobre el personal sanitario y las ambulancias que intentaban retirar a los muertos y rescatar a los heridos. El suceso, que recuerda otros semejantes ocurridos en Estados Unidos, se produjo en la bucólica localidad alpina de Bad Reichenhall, situada en el Estado federado de Baviera, cerca de la frontera de Alemania con Austria.
Los detalles sobre lo sucedido y los móviles del estudiante eran aún confusos anoche, después de que unidades especiales de la policía se decidieran a asaltar el chalé, tras mantenerlo acordonado durante cinco horas en un intento vano de obligar al joven a salir.En el interior del edificio los agentes encontraron dos cadáveres, que aparentemente son el del joven que disparó y el de una muchacha, probablemente su hermana de 18 años. La policía halló también numerosas municiones y armas, que probablemente eran propiedad del padre de los jóvenes, un aficionado al tiro deportivo, que colaboró ayer con la policía alemana para que su hijo se entregara.
Poco después del mediodía, y durante 45 minutos, el joven sembró el terror en el vecindario. Desde la ventana del piso superior del chalé familiar comenzó a disparar con un arma sobre los viandantes y sobre quienes acudían a la clínica situada frente a la vivienda. Esparcidos por la calle yacían los cuerpos de las víctimas y de los heridos. Cuando los agentes de policía intentaban retirar a los heridos, una mujer cayó muerta de forma fulminante de un tiro en la cabeza.
El jefe del Gobierno de Baviera, Edmund Stoiber, prestó una inesperada ayuda, ya que se encontraba en las cercanías del pueblo, camino de una reunión con su homólogo del Estado federado de Sajonia, Kurt Biedenkopf. Stoiber envió a Bad Reichenhall su limusina blindada y en este coche se recogieron los heridos. Luego llegaron centenares de agentes que rodearon la casa y trataron de comunicarse con el joven.
Éste, sin embargo, no dio señales de vida ni disparó un tiro más hasta que se produjo el asalto final, poco antes de las seis de la tarde. Aparentemente, el estudiante llevaba muerto varias horas.
"Pagaba el pato"
El nombre del joven no había sido dado a conocer anoche, pero uno de sus compañeros de curso, Sebastian Schuler, lo calificó de callado e introvertido. "Era uno de esos que pagaban siempre el pato", dijo Schuler. Markus Kosney, otro compañero de curso, aseguró que en los últimos meses se había interesado por las armas y había pegado cromos nazis en su cuaderno escolar. Un tercero mostró una foto del protagonista de la jornada que conmovió ayer a toda Alemania, un muchacho rubio de pelo corto sin ninguna característica particular.
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