"Las fusiones son fundamentales para mantener los beneficios"
El mercado bancario británico no está siendo ajeno al intenso proceso de reordenación provocado por la irrupción del euro, a pesar de su compleja relación con la moneda única. El National Westminster (NatWest) ha sufrido un ataque hostil de una entidad escocesa de mucho menor tamaño, el Bank of Scotland, del que trata de defenderse con un severo plan de ajuste que pasa por la reducción de 10.000 empleos en dos años y con la venta de varias filiales para que sus títulos ganen rentabilidad y sus accionistas no opten por la oferta de la entidad rival.Además, este movimiento ha despertado el apetito del otro gran banco escocés, el Royal Bank of Scotland, uno de los socios más importantes del Banco Santander Central Hispano (BSCH), y del Abbey National.
Sin embargo, gigantes como el Lloyds o el Barclays Bank aún no han hecho movimiento alguno. El presidente del segundo, Peter Middleton, no descarta que la entidad que dirige realice alguno, pero no quiere precipitarse. "Hay que esperar el momento adecuado", no se cansa de repetir Middleton, quien fue designado máximo representante de la entidad británica el pasado mes de abril.
El presidente de Barclays Bank, que ha pasado por Madrid para asistir a unas conferencias organizadas por el Instituto de Empresa, elogia la estrategia acometida por los grandes bancos españoles y asegura que mantendrá la política de su grupo en España.
Pregunta. ¿A qué se debe esta oleada de alianzas y fusiones bancarias tras la entrada en vigor de la moneda única?
Respuesta. Las fusiones persiguen, principalmente, ahorros de costes. Algo que es fundamental para mantener o incrementar un determinado nivel de beneficios en una situación de bajos tipos de interés, como es la actual. Las fusiones afectarán, en mi opinión, en primer lugar a la banca comercial. Las fusiones son un fenómeno de carácter universal, que no ha sido exclusivo de Europa durante los últimos años. En realidad, las fusiones se han estado produciendo en todo el mundo, empezando por Estados Unidos, siguiendo por Europa, Asia, el caso japonés es clarificador, etcétera.
P. ¿Considera que este proceso será más intenso en Europa en los próximos años? ¿Cómo quedará diseñado el mapa bancario europeo?
R. No creo que el proceso vaya a ser más intenso en Europa que en Estados Unidos, por ejemplo. Y no podemos hablar estrictamente de fusiones bancarias, hay que contar también con las grandes compañías aseguradoras, especialmente las europeas, que poco a poco están teniendo una importancia, un peso creciente. De cualquier forma, creo que los acuerdos irán por líneas de negocio, banca comercial, tarjetas de crédito... Parece más conveniente no plantearse una fusión global, sino por actividades. Y para cada línea de negocio puede haber un socio ideal distinto.
P. Entonces descarta las fusiones puras.
R. Creo que puede haber una mezcla. En realidad, en gran medida depende del sistema bancario de cada país, de su regulación, de sus usos, de la competencia de cada mercado. Otro factor muy importante en el desarrollo de la banca del futuro es el uso de las tecnologías, de Internet, de la banca telefónica. Estas nuevas tecnologías permiten entrar en nuevos mercados sin tener que comprar otros bancos, sus redes o realizar una fusión. Por todo ello, es mucho más sencillo que se den, tal y como está ocurriendo, las fusiones de carácter nacionales. Las uniones trasnacionales quedan en un horizonte bastante más lejano.
P. ¿Qué papel va a jugar la banca del Reino Unido en este proceso, teniendo en cuenta que éste se encuentra fuera de la zona euro?
R. En realidad, los bancos no estamos fuera de la zona euro, porque tenemos filiales repartidos por toda Europa y hacemos un volumen importante de operaciones en la moneda única. El problema para nosotros sería que la política macroeconómica de los países que están integrados en la zona euro y la de Reino Unido fueran diferentes. Por el momento, afortunadamente, van por el mismo camino.
P. ¿Sería bueno para los bancos que el Reino Unido entrara en el euro?
R. Insisto en que a efectos bancarios no hay ningún tipo de problema. Los economistas insisten en que es cuestión de tiempo, aunque este tema no es muy popular entre los partidos políticos en estos momentos. El fondo del problema radica en qué punto se fija el tipo de convergencia de la libra esterlina con el euro. Todavía se recuerda cuando la libra esterlina tuvo que salir del mecanismo de cambios del Sistema Monetario Europeo.
P. ¿Cómo afronta Barclays Bank este gran proceso de concentración?
R. En estos momentos, estamos en pleno proceso de reorganización de la entidad. Recientemente, ha habido varios cambios en al cúpula, de hecho mi nombramiento es uno de ellos, y ahora estamos definiendo la estrategia del grupo. Por supuesto, nos interesa. En cualquier caso, he de resaltar e insistir en la gran importancia de las nuevas tecnologías, como Internet, en el desarrollo de la banca. Uno de nuestros objetivos prioritarios en el futuro más inmediato es profundizar en este aspecto.
P. ¿Qué opinión le merece la reacción de los bancos españoles ante todo este proceso?
R. Los bancos españoles han hecho un gran esfuerzo. Han reducido costes, han tomado dimensión y se han fortalecido en varias áreas de negocios. Es muy destacable, por ejemplo, su posición en el mercado latinoamericano.
P. ¿Por qué han fracasado los bancos extranjeros, salvo contadas excepciones como el propio Barclays o Deutsche Bank , en su intento de entrar en el mercado español?
R. El mercado español es muy duro. En él hay una gran competencia. Nosotros tenemos una buena posición en segmentos como la banca privada, en el negocio ligado a la relación con las multinacionales o en lo relativo a fondos de inversión.
P. ¿Van a variar de estrategia en España?
R. No. Estamos a gusto con el funcionamiento de nuestro negocio aquí.
P. ¿Espera inminentes subidas de los tipos de interés tanto en el Reino Unidos como en la zona euro?
R. En el Reino Unido, no. En la zona euro, es muy posible que el Banco Central Europeo revise al alza su actual política. En cualquier caso, no creo que suceda nada dramático.
P. La economía mundial, una vez superada la pasada crisis asiática, pasa por un fuerte periodo de crecimiento. ¿Cuánto puede durar? ¿Qué puede quebrar esta época de bonanza?
R. En efecto, estamos atravesando una buena etapa. Todos los países de la zona euro, a pesar de algunos titubeos de Alemania, muestran datos muy positivos. Además, la situación de la zona asiática ha mejorado notablemente y Japón empieza a dar muestras claras de recuperación. Todo, pues, son datos a favor de que se mantenga la situación actual. No obstante, todo depende de cómo evolucione la economía estadounidense. Si Estados Unidos continúa con un ritmo de crecimiento como el actual, no habrá problemas. Las dificultades llegarán si hay problemas con la economía estadounidense, si ésta comienza a dar síntomas de debilitamiento.
P. ¿Le preocupa qué pueda pasar con el efecto 2000? ¿Está totalmente preparado el Barclays Bank para afrontarlo?
R. No habrá ningún tipo de problema. Hemos trabajado durante mucho tiempo, con mucha gente y muy duro para solucionar este tema, y lo hemos logrado.
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