La Bolsa de Madrid deja atrás las pérdidas del año tras subir ayer el 1,35%

El crecimiento de EEUU en el tercer trimestre no es un espejismo, como confirmaron ayer nuevos indicadores económicos que muestran para el mes de octubre un incremento del empleo y un descenso en los precios. Wall Street reflejó ayer ese optimismo con un alza del 1,01% al cierre de la sesión. Previamente, el presidente de la Reserva Federal de EEUU, Alan Greenspan, había insistido en que la economía está superando su propio potencial. La Bolsa de Madrid ganó ayer el 1,35%, 11,59 puntos, y recupera el nivel de apertura del ejercicio.

Los índices de los gestores de Chicago, unos indicadores parciales que miden la evolución de algunas variables económicas en el mismo mes en que se publican, muestran que la economía de Estados Unidos sigue creciendo a buen ritmo, con creación de empleo y con escasa incidencia en la inflación. Como consecuencia, la Bolsa de Nueva York abrió otra vez al alza, y al cierre de la sesión ganaba 107,3 puntos, el 1,01%, y lograba arrastrar a los mercados europeos.Entre los indicadores dados a conocer ayer destacaba el de empleo, que pasaba del 43,2% de septiembre al 50,7%. Los precios pagados, costes, bajaban al 65,8% desde el 71%, y el indicador de los gestores, que mide la confianza, pasaba del 53,8% del mes pasado al 58,8%.

La Bolsa de Madrid subió el 1,35% (11,59 puntos), que permiten a su índice general volver a los datos positivos con una ganancia del 0,28% para el conjunto del año, 2,47 puntos. El selectivo Ibex 35 ganó el 1,37%, pero lleva perdido 0,97% en el año. Los analistas se mostraban ayer optimistas por el comportamiento de la deuda y de la bolsa. La rentabilidad del bono a 10 años cayó en esta jornada hasta el 5,36%, el nivel más bajo de todo el mes de octubre, ante la vuelta del dinero a esos activos, una vez admitido que ni el BCE ni la Reserva Federal de EEUU subirán los tipos de interés en sus reuniones del mes de noviembre.

Las declaraciones efectuadas el pasado jueves por Otmar Issing, economista jefe del BCE, en las que negaba una relación directa entre el incremento de la masa monetaria y el IPC, parecen haber convencido a los inversores, que han vuelto a tomar posiciones en las bolsas. La Bolsa de Francfort ganó el 0,85%, la de Londres un 1,73% y París sobresalía con un avance del 2,95%.

Pero en medio de la fiesta bursátil volvió a aparecer Alan Greenspan. El presidente de la Reserva Federal dijo ayer que la economía de Estados Unidos está superando su propio potencial y advirtió una vez más sobre los peligros de un brote inflacionario. Señaló que ese nuevo panorama es resultado de las innovaciones tecnológicas que han llevado a un "círculo virtuoso", de alta productividad y baja inflación.

Consumo acelerado

Sin embargo, hizo hincapié en que esa productividad no puede seguir aumentando en forma indefinida y que, al ritmo actual, queda rezagada ante una demanda consumidora todavía más acelerada. "Esto es lo que parece haber estado sucediendo en los últimos años", expresó Greenspan ante ejecutivos de corporaciones reunidos en Boca Ratón, en el estado de Florida.

Greenspan justamente formuló sus comentarios pocas horas después de que el Departamento de Comercio informara de que la economía de Estados Unidos había alcanzado en el tercer trimestre la tasa anual de crecimiento más alta de los últimos 15 años. Ese crecimiento de 4,8% anual se debió precisamente al mayor consumo de los estadounidenses y al repunte de las exportaciones, debido a una mejora global de las condiciones comerciales. Si se mantiene ese ritmo de actividad económica, Estados Unidos podría llegar a un crecimiento anual de 5%, que sería el mayor desde 1984 cuando fue del 7,3%, según los analistas.

Greenspan explicó que la brecha existente entre la oferta limitada de trabajadores y la fuerte demanda de mano de obra calificada y especializada "debe eliminarse para que se puedan detener los desequilibrios inflacionarios". Agregó que el proceso de contener el fuerte crecimiento económico parece estar "considerablemente avanzado", en parte debido a los últimos aumentos de los tipos de interés, y expresó que su organismo debe vigilar estrechamente la capacidad de la economía para afrontar la mayor demanda del consumo.