No sean tan antipáticos

LOS POLÍTICOS tienen el prejuicio de que cuanto más antipáticos sean, más votos van a ganar. El PP ha recurrido a su registro más desagradable para contrarrestar las iniciativas socialistas en torno a las pensiones. Las cuñas radiofónicas que vertebrarán esa campaña personalizan sus ataques en el candidato, Joaquín Almunia. Es dudoso que ser tan antipático resulte eficaz (es decir, comercial); pero aunque lo fuera, no deja de delatar lo peor del estilo de lo peor que tiene el PP en sus filas.El mensaje es que Almunia provocó una huelga general por su incapacidad para dialogar con los sindicatos, mientras que el PP ha logrado acuerdos por su talante dialogante. Y que "la ley Almunia" recortó las pensiones, mientras que el PP las mejora y garantiza. La invocación a "la primera huelga general de la democracia" juega al equívoco con la movilización del 14-D. Almunia ya no era ministro de Trabajo, cargo que ostentaba cuando se aprobó la reforma del sistema de pensiones con la oposición de los sindicatos. Pero hoy existe un amplio consenso en considerar que aquella reforma fue un acierto que evitó la segura quiebra de la Seguridad Social. Alianza Popular, la marca electoral de donde nació el PP, votó en contra.

Justificar la agresividad de la campaña con el argumento de que los socialistas preparan una tamborrada sobre las pensiones equivale a poner la venda antes de la herida. Combatir las iniciativas socialistas con estos métodos confirma la incapacidad del PP para argumentar en positivo. Sigue siendo la oposición de la oposición, y en cuanto se rasca un poco en su conjunto surge el talante más agresivo, que tanto recuerda al pasado y que interpretó con tanta afición Álvarez Cascos. Los sindicatos han sido los primeros en protestar por el intento de capitalizar de manera sectaria y partidista los pactos sociales suscritos con el Gobierno. Y la salida de Ana Mato, madre de la idea, diciendo que no se trata de una campaña electoral, sino de información, está a la altura esperada del personaje. ¿Es esto el centro que pregonan?