Eulalio Ferrer desentraña en un libro la riqueza simbólica de los colores

Todo cuanto rodea al hombre es color y el hombre mismo es color. Ese universo simbólico es el que trata de desenmarañar el comunicólogo, académico y escritor Eulalio Ferrer en su libro Los lenguajes del color (Fondo de Cultura Económica), que presentó ayer en Madrid. Un tratado casi enciclopédico que estudia e interpreta el significado de los colores en relación con el arte, la literatura, la historia, la publicidad o la política. El poeta José Hierro, autor del prólogo, dijo que "el hombre obedece más a los colores que a las palabras".

"¿Por qué no se nos había ocurrido plantearnos la razón de que hablemos de hambre negra, pasarlas moradas, gramática parda, ponerse morado de comer? ¿Por qué Fray Luis de León, para describir el mal de amores, retrata al enamorado con dos colores, la amarillez teñida de violado? ¿Por qué el color negro tiene connotaciones luctuosas en Occidente, mientras el blanco, por el contrario, es color funeral en algunos pueblos asiáticos?". El poeta y académico José Hierro, autor del prólogo del libro de Eulalio Ferrer, se hizo ayer estas preguntas durante el acto de presentación, en el que participaron también el pintor Luis García Ochoa, el académico Gregorio Salvador y el publicista Raúl Eguizábal, además del autor.Los lenguajes del color es un libro singular en su género porque no sólo se refiere a las teorías del color aplicadas a una rama determinada, sino que abarca en profundidad toda la gama de significados, traducciones, asociaciones y anécdotas científicas e históricas en torno a este tema. Eulalio Ferrer, autor de una treintena de libros, nació en Santander, pero tuvo que marchar al exilio tras la guerra civil. "Eulalio Ferrer es el auténtico hispanoamericano", dijo Margarita de la Villa, de FCE. "Su origen está en Santander y en México encontró su destino. El éxito profesional que consiguió gracias a su trabajo no impidió que siguiera estudiando hasta convertirse en el gran humanista que es hoy. Además de publicista y comunicólogo, es un gran quijotista, presidente de la Fundación Cervantina de México". Ferrer acaba de publicar sus memorias, tituladas Páginas del exilio (Aguilar).

Una selva

Hierro describió las sensaciones que le produjo la lectura de este ensayo. "Leer este libro es como adentrarse en una selva tropical. Eulalio Ferrer es el guía que ordena, racionaliza los porqués del color y su sentido en cada una de las actividades humanas: el arte, la ciencia, la religión, la literatura, la historia, la música, la religión y la política. Se trata de un libro que estimula la imaginación y que genera muchas preguntas", dijo.

También para Gregorio Salvador la lectura de Los lenguajes del color es como "un viaje de exploración al arco iris". "El libro trata de los colores como portadores de significado, como formas simbólicas y como un lenguaje. Los colores son realidades físicas; los siete colores del espectro solar se pueden medir objetivamente. Pero hay infinidad de matices que la gente ha sido capaz de nombrar según las posibilidades de su propio lenguaje. El ojo humano puede discernir 250 tonalidades, y los ordenadores pueden manipular 32.000 colores. Los esquimales pueden nombrar 12 tonalidades de blanco y los bororos amazónicos tienen 17 palabras para el verde".

Luis García Ochoa afirmó que las palabras de Ferrer en este libro "se acercan al mundo de los que pintan". "El del color no es un lenguaje coherentemente estructurado, como puede ser el de la forma, que ya desde el Renacimiento tuvo reglas para la composición. El color es el portavoz del sentimiento. Y es en el color donde la pintura adquiere su grandeza", concluyó.

Raúl Eguizábal señaló que en la publicidad la utilización del color no es inocente, es perversa. "El color en publicidad funciona en dos niveles: en el superficial, que busca el impacto inmediato, y en el del significado, orientado al peso psicológico y cultural de los colores", explicó. "La publicidad juega con nuestros sueños, la publicidad le pone el color a nuestros sueños".