Ortega y la buena gente
El consejero de Relaciones con el Parlamento, Antonio Ortega, afirmaba el domingo 17 en este diario lo siguiente: "Nosotros somos buena gente, no ingenuos".Él mismo es buena gente cuando escribe que su Consejería ha llevado a cabo una "edición actualizada y revisada" de la Historia General de Andalucía de Joaquín Guichot, aunque en realidad no ha hecho sino reproducir la que yo mismo preparé para la Fundación Paco Natera de Córdoba en 1982, y que se limitaba a una actualización y revisión ortográficas, de acuerdo con los criterios que entonces expuse.
Sigue siendo buena gente cuando decide incluir la "presentación" que entonces redacté, aunque ahora la llaman "prólogo", sin que mediara por mi parte autorización de ningún tipo. Además, con una modificación en el contenido: aparece en siete ocasiones el guarismo "108", resultado -imagino- de haber escaneado el texto y luego no corregirlo, pues en su lugar debería figurar la palabra "los".
Por último, continúa demostrando su condición de buena gente cuando aún no me ha contestado al texto que le dirigí exponiéndole detalladamente lo que doy a conocer ahora públicamente. Mi escrito está fechado en el Registro General de la Delegación del Gobierno en Córdoba el día 22 de julio de 1999.
Me temo, pues, que el señor Ortega no es tan buena gente, pues entonces sabría que no se ocupa una Consejería para hacer clientela (opinión lamentable en el seno de un sistema político democrático), ni tampoco para atentar contra la propiedad intelectual de los ciudadanos, que además, tienen derecho a obtener respuesta a los escritos que dirigen por los cauces reglamentarios.- José Luis Casas Sánchez. Córdoba.
Enseñanza concertada
De un tiempo a esta parte aparecen numerosas noticias referentes a la homologación de la enseñanza concertada. Dependiendo de su punto de origen, aparecen como absurdas las reivindicaciones del personal dedicado a la enseñanza concertada o bien como derecho legítimo a una equiparación con el personal de la pública, basándose en el principio de que a igualdad de trabajo corresponde igualdad de salario.Mi indignación ha llegado a su punto álgido cuando he oído decir que el consejero de Educación, Manuel Pezzi, considera solamente profesores suyos a los de la enseñanza pública.
Una de las causas que esgrime, para la no equiparación, es que no piensa dar ni una peseta para los colegios de los niños ricos, obviando, intencionada y demagógicamente, mencionar que en nuestras reivindicaciones no solicitamos dinero alguno para los colegios, sino para sus trabajadores.
Somos considerados por este señor como profesores de segunda categoría por no haber superado unas oposiciones como el profesorado oficial. Esta consideración me sugiere una serie de interrogantes:
1. ¿Dónde educan o han educado estos señores a sus hijos?
2. Sabiendo, como lo sé, dónde los han matriculado la mayoría de ellos, los principales, ¿cómo consienten o han consentido que profesores de segunda categoría eduquen o hayan educado a sus retoños?
3. ¿Por qué, si somos profesores de segunda, las titulaciones que concedemos no son titulaciones de segunda clase?
4. El hecho de educar o haber educado a sus hijos en la enseñanza no pública ¿será, por casualidad, porque les molesta y preocupa que sus vástagos, en un colegio público, alternen y convivan con otros alumnos, no elitistas, considerados también por ellos de segunda clase?¡Se les ve el plumero!- Jesús F. Lozano Barea. Sevilla.
Formación Profesional
Este mes se han publicado dos artículos sobre las consecuencias de la aplicación de la "Contrarreforma Rajoy" en la FP, firmados, respectivamente, por el señor Pezzi, consejero de Educación, y el señor De Asís, ex director general de FP.Desde que se implantó el nuevo Bachillerato, el segundo curso de dicha etapa no prepara, ni mucho menos, para la FP de grado superior, sino para selectividad. Las programaciones correspondientes a las diferentes asignaturas así lo atestiguan. Por lo demás, es totalmente imposible que, a la hora de impartir una materia a un grupo determinado de alumnos, el mismo profesor plantee el trabajo con dos finalidades diferentes (preparación para Módulos Profesionales y Selectividad).
El profesorado específico de la antigua FP ha declarado en múltiples ocasiones sobre el bajo nivel de preparación del alumnado, porque les falta algo fundamental : prácticas en empresas, que antes se hacían con más intensidad.
Sobre el escrito de De Asís, diré que es falso que la FP reciba alumnos con el mismo nivel de formación: al terminar 4º de ESO hay muchos alumnos que no tienen el nivel de conocimientos requerido.
Creo difícil que haya "viejas presiones de un pequeño sector del profesorado de Bachillerato", o que no queramos que nuestros alumnos se "contaminen" con los de FP; piense más bien en una gran cantidad de profesionales de la enseñanza que constatamos la inoperancia de un sistema al que le falta lo más importante desde su misma creación: dinero para su total aplicación, más profesorado, más medios y mucho más rigor en todo lo que la Administración educativa se plantee.- Miguel Ángel Álvarez Sostres. Almería.
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