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Tribuna:
Tribuna
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Delitos

Se impone una urgente revisión del Código Penal, con el fin de evitar sufrimientos morales a cierto número de jueces y juezas (cada día más seguros de su impunidad como para mostrarse al descubierto) en su abnegada labor en pro de la injusticia, el disparate, la mofa, la befa y el absurdo más sangriento. Propongo que, a partir de ahora y por lo menos durante el milenio que viene, no sean considerados como delito, en nuestra sociedad, las siguientes fruslerías:

Violación del hijo o hija por el padre, cualquiera que sea la edad de los primeros, considerándose incluso que, a menor edad de los hijos mayor prueba de amor se da en la violación, practicada por el padre, en su ansia de que tengan de todo; la violación (que pasaría a llamarse "canción de cuna new age") contemplaría tanto la penetración frontal como la sodomización. Queda legalizada la felatio a practicar con los bebés desde la cuna: al fin y al cabo, parece que está legalizada la falacia, y no nos vamos a cabrear por un par de letras.

Las mujeres con falda corta, falda larga, pantalón ceñido, pantalón bombacho y traje de punto evasé podrán ser asaltadas sexualmente en los espacios públicos y privados, y allá ellas. Es más, podrán ser asaltadas todas aquellas que tengan orificios en su cuerpo, las muy putas. Asimismo, la paliza a la propia esposa o ex esposa, el apuñalamiento repetido, el lanzamiento de cónyuge desde lo alto de un edificio, la persecución sañuda y el disparo a bocajarro practicado a la novia esquiva serán declarados deportes nacionales, con la su Liga, la su Copa del King y lo que haga puñetera falta.

De este modo, aquellos jueces y juezas que, con insistencia y tesón, vienen luchando desde hace años por los derechos de violadores, maltratadores, asesinos de mujeres y escarnecedores de niños podrán echar los pelillos a la mar y dedicarse a lo que verdaderamente les gusta, que sin duda es perseguir a quienes aporrean escaparates, siempre que previamente se les haya conseguido catalogar como antifascistas. Los escaparates son importantes, dentro de la paz social y familiar generales en cuya defensa se han encarnizado: los niños y las mujeres, no.

Vaya mierda de país que nos está saliendo, amigos.

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