El Ayuntamiento cree que algunas alegaciones vecinales son razonables

VIENE DE LA PÁGINA 1 Los representantes de los vecinos declinaron ayer entrar en una nueva guerra de descalificaciones y se remitieron a los acuerdos tomados por la plataforma en la noche del lunes: que los abogados decidan si debe presentarse una querella por injurias y preparar la manifestación del miércoles 3 de noviembre, además de promover un manifiesto ciudadano contra el proyecto de Núñez. Un miembro de la Federación de Asociaciones de Vecinos se limitó a comentar: "Núñez no puede engañar a nadie. Su frase fue filmada y emitida en la televisión. Lo que tiene que hacer es rectificar y pedir perdón. La carta es más de lo mismo".

Más duros fueron los dirigentes municipales. Tanto el alcalde, Joan Clos, como el primer teniente de alcalde, Xavier Casas, descalificaron las declaraciones de Núñez por considerar que no contribuyen en nada al clima de convivencia que desea la ciudad.

Casas fue más lejos y aseguró que el club debe ser sensible a las alegaciones vecinales, de algunas de las cuales dijo que son "razonables". "Hemos estudiado las alegaciones presentadas y algunas de ellas matizan y mejoran las condiciones impuestas desde el Ayuntamiento. Las hemos entregado al club y entendemos que deben recogerlas o justificar por qué no lo hacen", añadió Casas.

Xavier Casas explicó que se han presentado más de medio centenar de alegaciones. Algunas de ellas son coincidentes y critican la instalación de comercios en la ampliación que pretende el Barça; otras defienden que un proyecto así tiene que instalarse fuera de la ciudad; un tercer bloque, explicó el primer teniente de alcalde, son razonables y se refieren a cuestiones de movilidad, circulación, medio ambiente, ruidos, impacto visual, etcétera.

En opinión de Casas, habrá que ver cómo recogen los promotores del proyecto estas alegaciones para saber si se trata de modificaciones o de un nuevo proyecto. En este último caso, sería preceptivo abrir nuevamente un periodo de información pública. Esta hipótesis es una de las barajadas por los vecinos y ayer fue sugerida también por el tercer teniente de alcalde Jordi Portabella, de ERC.

Mientras, la plataforma vecinal se concentra en organizar la manifestación del próximo miércoles. La primera providencia es implicar a todo el distrito, primero, y a la ciudad, después. Una comisión se entrevistará con los sindicatos de estudiantes universitarios para pedirles que se sumen a la protesta, explicando siempre que sus críticas se dirigen a un proyecto de Núñez, no al Barça.

Una actuación paralela se hará ante los partidos que tienen miembros en la junta de Núñez. Los vecinos piensan pedirles que se desmarquen de las declaraciones y así lo reclamaran a Convergència, a Unió y al PSC. El partido de Jordi Pujol tiene dos representantes en la junta: Arcadi Calzada y Sixte Cambra; la formación democristiana que encabeza Josep Antoni Duran Lleida tiene a Carme Dropez, mientras que Jaume Sobrequés pertenece al PSC.

Los vecinos quieren centrarse en la oposición al proyecto Barça 2000 y separar del mismo el asunto de la prostitución en las inmediaciones del Camp Nou. Una materia, recordó una de las asistentes a la reunión del pasado lunes, sobre la que Núñez habla sin conocimientos y sin verdadera voluntad "porque le bastaría con pedir a los que acuden cada domingo al palco que actúen para ser más eficaz que los vecinos". Otro de los asistentes añadió que el proyecto del Barça no es una garantía de que desaparezca la actividad, ya que la zona seguirá estando abandonada por las noches y más aislada si se construyen las tapias que pretende el club.