China, dispuesta a ratificar el tratado que prohíbe los ensayos nucleares
El presidente chino, Jiang Zemin, inició ayer su visita oficial a Francia declarando que su país tiene "como objetivo obtener la ratificación del tratado" que prohíbe los ensayos nucleares. Jiang recordó que la Asamblea Nacional china ya había procedido a un primer examen del proyecto de ratificación y aseguró que, a pesar de la negativa del Senado de EEUU a actuar de igual manera, "China, miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU y potencia nuclear, siempre se pronuncia a favor de la prohibición de las pruebas nucleares".
Zemin y Jacques Chirac se declararon "consternados" ante la actitud del Senado estadounidense y dijeron "compartir la misma valoración" de ese rechazo. Zemin lleva dos días en Francia en visita privada, que le han servido para recorrer Lyon y encontrarse con el alcalde de dicha ciudad, el antiguo primer ministro Raymond Barre, y actual presidente del Fórum Francia-China, que reune una vez al año dirigentes económicos de las dos naciones. Y ha sido en la estación del tren de alta velocidad de Lyon donde, en compañía de Barre y del presidente de la República, Jacques Chirac, se ha desvelado la dimensión económica de la visita. Zemin se ha referido a los 28 aviones Aerobús que China está dispuesta a adquirir para un mercado interior cuyas necesidades en nuevos aparatos se estiman en 2.000 aviones.
Chirac, después de felicitarse ante la revelación de Jiang, ha anticipado que China se dispone a encargarle al grupo franco-británico Gec-Alsthom la construcción de una línea de ferrocarril de alta velocidad entre Pekín y Shangai; un trazado de 1.300 kilómetros, cuyo coste se aproximaría a los dos billones de pesetas. "Todo eso es bueno para el empleo, para Francia y Europa", sentenció el dirigente francés.
En su recorrido privado, Jiang y su esposa, Wang Yeping, se han visto acompañados de Jacques y Bernadette Chirac. Los trayectos fueron mantenidos en secreto hasta el último momento, o las comitivas se han escindido para desorientar a los manifestantes contrarios a la visita de Jiang, comparado al ex general chileno Augusto Pinochet por el opositor Wei Jingshen.
Éste apareció en Lyon encaramado a la ventana cercana al ayuntamiento, y, en París, liderando una pequeña concentración en la plaza de la Bastilla en la que las pancartas recordaban la suerte de los disidentes chinos o la opresión que sufre el Tíbet.
Alain Madelin, uno de los líderes del liberalismo francés, ha intentado tomar la palabra y capitalizar para su formación la protesta antichina, pero los abucheos le obligaron a callar. El presidente Chirac también ha sido muy criticado por un cortejo de varias centenas de personas irritadas ante las imágenes difundidas por la televisión francesa y que muestran al líder chino bailando, al son del acordeón, con Bernadette Chirac. Chirac sostiene que a pesar de la agenda prevista, ha tenido tiempo para conversar con Zemin, "en calma y en profundidad", de la polémica cuestión de los derechos humanos en China.
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