_
_
_
_
_
MOTOCICLISMO Primer título mundial para España en la categoría reina

"He hecho realidad el sueño de mi vida"

La primera dedicatoria del flamante campeón fue para su padre, fallecido el año pasado

La sensación de plenitud que alcanzó ayer Àlex Crivillé fue incomparable. No se dejó llevar por la euforia, no olvidó la lucidez ni ese punto de serenidad que le caracterizan. Hay que entrar a fondo en el personaje para no tomar como tópico lo que no lo es. "Se ha hecho realidad el sueño de mi vida", dijo. No era una frase hecha. Bien lo sabe su madre, Isabel. Desde que tenía cinco años, Àlex no hacía otra cosa que darle la tabarra. Quería una moto. Quería ser campeón mundial. La primera dedicatoria de Àlex fue para su padre, Papitu, fallecido hace un año: "No ha podido estar aquí pero él luchó mucho y sabía que yo lo intentaría y que lo conseguiría". Àlex no olvidó a nadie: a su familia, a su equipo, a sus patrocinadores, a la afición: "Todos se merecen un diez"."Pensaba que no iba a llegar nunca este momento. Llevaba mucho tiempo luchando por este título. Ha sido muy peleado, han habido caídas, sufrimientos... Cuando me caí en Australia fue un momento muy difícil. No podía apretar el embrague. Vi peligrar el título. Me lo creeré cuando vea el número uno en el carenado". Dicho y hecho. Su equipo, le regaló un casco dorado y le colocó el número uno a su Honda. Al verla, Crivillé exclamó: "¡Parece que es la de Doohan¡". Àlex elogió al cinco veces campeón mundial sin menoscabar la valía de su propio título: "Es una pena haber sido campeón sin que él esté en la pista. He aprendido mucho de él. Es un maestro. Le tengo todos los respetos. Me ha ganado y yo le he ganado de tú a tú. Tengo 29 años, he aprendido y es el momento de ser número uno del mundo".

Más información
Crivillé se empapa de gloria
Campeón con mayúsculas
El deporte español se quita el sombrero
Mi amigo el campeón del mundo
Alzamora resiste a Melandri y saldrá líder en la última carrera
De Nieto a Crivillé
Predestinado para ser campeón de motos

La carrera de ayer fue eterna para el noi de Seva: "He salido fatal y he decidido no arriesgar e ir a por el Mundial que es lo que vale. Ha habido momentos muy tensos y peligro de caídas. Cuando he visto a Okada que se salía he podido ir más tranquilo y disfrutar. He podido permitirme el lujo de competir con él". Eso sí, el piloto español no escondió su emoción: "Cuando vi la bandera a cuadros, me puse a llorar como un niño". Crivillé, que ha renovado su contrato con Honda RC, hizo una declaración de intenciones: "No sé a qué más puedo aspirar. Quiero seguir trabajando y disfrutando de las carreras como este año, sin precipitarme. Tengo que reflexionar sobre lo conseguido, una asignatura pendiente para el motociclismo español". Y un comentario sobre quienes, en su día, lo calificaron de segundón: "Ahora se lo tendrán que tragar".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_