CiU condiciona ahora la obtención del pacto fiscal a un buen resultado en las generales

El objetivo es frenar el constante goteo de votos. Para ello, Convergència i Unió (CiU) condiciona ahora la obtención del nuevo pacto fiscal al resultado que la coalición obtenga en las elecciones legislativas de la próxima primavera. Durante este campaña, el condicionante era conseguir una amplia victoria "política y moral" en las autonómicas del pasado domingo, pero los resultados finales (56 parlamentarios, cuatro menos que en la anterior legislatura) han dado al traste con las aspiraciones de los nacionalistas.El consejero en funciones de Economía y Finanzas de la Generalitat, Artur Mas, se mostró optimista respecto a la consecución de un nuevo sistema de financiación para Cataluña, pero lo supeditó a los resultados que CiU obtenga en las legislativas del próximo año. El actual modelo de financiación de las comunidades autónomas expira el 31 de diciembre del 2000, por lo que debe negociarse uno nuevo para el 2001.

El pasado viernes, el ministro portavoz del Gobierno, Josep Piqué, advirtió a los nacionalistas de que el Ejecutivo tan sólo aceptará una mejora del actual modelo, pero no un pacto fiscal o un concierto económico para Cataluña similar al cupo vasco.

En este sentido, Mas afirmó: "Ya lo veremos. Cuando vamos a pedir una peseta a Madrid nunca hay, a eso estamos acostumbrados. Pero a base de insistir y de tener fuerza decisiva, las cosas se consiguen".

El consejero puso como ejemplo los 400.000 millones de más que, a su entender, en los últimos cuatro años ha conseguido la Generalitat. "Cuatro años atrás tampoco existían, según el ministro Piqué y según el Gobierno", declaró Mas, "pero salieron, porque los votos de nuestros diputados eran decisivos".

El buen resultado que, a juicio de Artur Mas, Convergència i Unió ha obtenido en las autonómicas también será un factor determinante para obtener el pacto fiscal para Cataluña.

Quienes han interpretado de manera distinta de CiU la advertencia de Piqué han sido los independentistas de Esquerra Republicana. El vicesecretario general de este partido, Josep Huguet, afirmó ayer que Jordi Pujol ha cerrado un principio de acuerdo con el Partido Popular para que éste apoye un Gobierno monocolor de CiU a cambio de "no modificar el Estatuto y no reivindicar el concierto económico".

Maniobras de CiU

Huguet considera que la dirección de los nacionalistas está practicando diversas "maniobras mediáticas" destinadas a "mentir a su electorado sobre la posibilidad de un acuerdo de gobierno o legislatura con ERC".

El vicesecretario general reclamó al presidente de la Generalitat en funciones un gesto evidente que demuestre que no está subordinado a los conservadores del PP; por ejemplo, votando en contra de los presupuestos generales del Estado y "precipitando la convocatoria de elecciones generales". Según Huguet, ERC propugna un programa de cambio social, democrático y nacional que sólo es practicable con un Gobierno estable de mayoría, independiente del PP.

"El patriotismo que a veces ha enarbolado Jordi Pujol se tendría que demostrar", declaró Huguet, "dejando encarrilado el país con un acuerdo gubernamental o institucional que involucre a las tres fuerzas centrales de la tradición democrática y progresista: CiU, el PSC y ERC".