Justicia ridiculizada
El "asunto Papon" está a punto de concluir tal y como empezó: una estrepitosa denegación de justicia. Tras las primeras revelaciones (...), se tuvo que esperar diecisiete años para que fuera por fin juzgado y condenado (...). Diecisiete años de tergiversaciones, escapatorias, bloqueos, como continuación a decenios de silencio y olvido. (...) En un gesto de desvergüenza o de ceguera, el antiguo alto funcionario de Vichy se define como de la resistencia "a la violencia nazi" para justificar su negativa a "mendigar la libertad ante instancias judiciales". (...) No se ha hecho nada para evitar la fuga de Papon. Arno Klarsfeld no se equivoca al afirmar que la justicia francesa "carga con la responsabilidad de estos hechos". De principio a fin, el poder judicial ha dado muestras de evidente mala fe para castigar al antiguo dignatario de Vichy. La desgraciada decisión de los magistrados de liberar a Papon en cuanto se abrió su juicio llevaba el germen de la última provocación del condenado. La responsabilidad de la policía también se ha visto afectada en el último episodio del asunto. Cómo entender que los servicios de información hayan cesado su vigilancia hace un año (...). Lo menos que se puede decir es que la hipótesis de la fuga de Papon no se tuvo en cuenta seriamente. Los que pensaban que el juicio no se celebraría se equivocaron (...) Pero sus temores eran fundados: Hay otras maneras de tomar el pelo a la Justicia. Es sintomático que de los cuatro franceses perseguidos por crímenes contra la humanidad, tres hayan escapado al castigo (...)
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