Los empresarios anuncian que "lucharán con toda su fuerza" por mantener los carteles

La Federación de Entidades de Empresarios de Cine anunció ayer que "luchará con todas sus fuerzas, contra el plan municipal de retirar los carteles de las grandes salas de la Gran Vía. A esta negativa empersarial, basada en la pérdida de públicidad que acarrearía la medida, algunos dueños de cines añadieron su disposición a entrevistarse con los responsables municipales para conocer de primera mano el proyecto. Más duro fue Enrique González Macho, Premio Nacional de Cinematografía 1997 y director de una distribuidora, quien equiparó los carteles a "los toros de Osborne".

La Federación de Entidades de Empresarios de Cine (FEECE), que agrupa a compañías de toda España, rechazó de plano la intención de Ayuntamiento de retirar los carteles de los cines de la Gran Vía. En declaraciones a Servimedia, el presidente de los empresarios de cine, Rafael Romero, dijo que, aunque en su opinión se trata de un problema local, esta federación "luchará con toda su fuerza" contra el proyecto municipal, al que calificó de "desacertado". "La retirada de carteles supondría una pérdida de publicidad y competitividad de las salas de cine, que de inmediato sufrirán una caída en la afluencia de público", vaticinó Romero. El presidente de FEECE recordó que los empresarios de los cines de la Gran Vía han realizado fuertes inversiones en la reforma de sus establecimientos y que una medida como la prevista por el Consistorio pondría en peligro su amortización.Esta federación apoyará a los empresarios de Madrid en todas sus reivindicaciones frente al equipo de Gobierno de José María Álvarez del Manzano, según aseguró ayer Rafael Romero. "Si quitan los carteles que anuncian las películas, la gente no se va a enterar de lo que ponen", manifestó a su vez un trabajador de una de estas salas. "Además, son muy bonitos, muchos están pintados a mano, y están ahí de toda la vida; desde antes de los años setenta, cuando yo empecé a trabajar aquí, por lo menos", dijo este empleado.

Tampoco se mostró de acuerdo con la medida el cinestas Enrique González Macho: "Los carteles de la Gran Vía forman parte del paisaje urbano. Sería igual que si quitaran el anuncio de Schweppes del Capitol, debería mantenerse incluso aunque la marca desapareciera", continuó este cineasta. "Estos carteles deben de estar ahí desde hace más de ochenta años", continuó, "no conozco a ningún madrileño que haya visto esa calle sin los carteles, nos hemos criado con ellos. Además, como cineasta veo que, si se quitan, se perderá el valor informativo y de atracción de estos anuncios".

Este director de cine también quiso hablar como ciudadano de a pie: "Estos anuncios son una muestra de arte, son como una exposición que continuamente se renueva, porque muchos están pintados a mano por los cartelistas, unos artistas de los que ya quedan muy pocos, y los cambian cada dos semanas o cada mes". "Son tan bellos como pueden ser las fachadas que hay detrás de ellos, y si éstas tienen valor artístico, los carteles lo tienen también. Para embellecer el paisaje de la Gran Vía se pueden hacer muchas otras cosas", concluyó.

Prudencia

Los responsables de la cadena Windsor, que regentan dos de los cines afectados, el Palacio de la Prensa y el Callao, ambos en la plaza del mismo nombre, prefirieron ayer no entrar en polémica con el concejal de Urbanismo, Ignacio del Río. "Sabemos que el Ayuntamiento está pensando en quitar los carteles de las fachadas", aseguró con prudencia un portavoz, "pero no hemos recibido ninguna notificación ni aviso oficial por parte del Ayuntamiento. Vamos a esperar a hablar con el concejal para ver qué es lo que propone exactamente y lo estudiaremos. Además, tenemos otros cines en otras calles emblemáticas del centro de Madrid y nos gustaría saber si esa posible normativa les va a afectar también".