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LA ESTÉTICA URBANA DEL CENTRO

PSOE e IU defienden los carteles de la Gran Vía como parte del "paisaje de Madrid"

La estética urbana vuelve a enfrentar a la oposición con el gobierno municipal, del PP. En esta ocasión se trata de la estética de la arteria más emblemática de la capital, la Gran Vía. Tanto PSOE como IU rechazaron ayer tajantemente los planes del área de Obras, Infraestructuras y Vivienda para retirar las carteleras de cine que jalonan la Gran Vía desde la plaza de España hasta la Red de San Luis. Una vieja idea anunciada por el gobierno de José María Álvarez del Manzano en 1998 y recuperada ahora, según adelantó ayer Abc, al abordar la reforma de una parte de la Gran Vía dentro del programa Urban, financiado por la UE.Como espacio publicitario alternativo para los cines, el edil de Urbanismo, Ignacio del Río, señaló la Red de San Luis. Allí se va a reconstruir una antigua parada de metro, con aire de templete (en la fotografía), obra de Antonio Palacios, que podría servir de soporte a los carteles, según Del Río avanzó ayer a Abc.

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El PP maneja también la posibilidad de que los carteles cubran sólo durante la noche los edificios de la Gran Vía. Para ello, el anuncio consistiría en una imagen proyectada sobre las fachadas. "Queremos recuperar fachadas magníficas como son las del Palacio de la Música y el de la Prensa, pero la decisión es de los empresarios. El sistema podría ser que las carteleras desaparecen durante el día y se proyectan por la noche. Tenemos que llegar a un acuerdo con los empresarios", explicó el concejal de Vivienda, Sigfrido Herráiz.

"La retirada de los carteles es un verdadero sinsentido. Esas enormes carteleras son una tradición madrileña y no se puede plantear una medida de ese tipo únicamente desde un acuerdo con los empresarios. Esos carteles no tienen únicamente un aspecto publicitario, conforman también el paisaje de la Gran Vía y no chirrían al ciudadano. El tema hay que verlo en la Comisión de Estética que el PP se comprometió a crear. En principio, no soy partidaria de la retirada de unos carteles que no rompen la armonía de un entorno de ocio", afirmó Inés Sabanés, portavoz municipal de IU. A su juicio, la propuesta del gobierno municipal puede tener además consecuencias laborales. "Por el sentido estético del PP puede desaparecer una profesión artística de muralistas única en el país y en el mundo. En los talleres donde se realizan esos carteles trabaja un colectivo significativo de jóvenes que se verían abocados al paro", concluyó Sabanés.

"Puestos a quitar cosas que afean la ciudad, que quiten la figura de la Violetera. Las carteleras ya forman parte del paisaje de Madrid, y no he oído a ningún madrileño quejarse por su presencia", apuntó Rafael Simancas, edil socialista. "En todo caso, si quieren llegar a un acuerdo con los empresarios, que pacten una reducción del tamaño de los carteles. Forman parte del paisaje de la ciudad y muchos de ellos tienen una realización muy meritoria. Yo no veo que afeen Madrid. Si el PP tuviera de verdad afán por recuperar los edificios, no habría tirado La Pagoda", concluye Simancas.

En la búsqueda de un consenso con los empresarios, el gobierno municipal planea subvencionar la retirada de los carteles. Los planes del concejal de Vivienda son que el proyecto de reforma de la Gran Vía, con un coste de 350 a 400 millones, esté en un mes para que los trabajos, incluido mobiliario y calzada nueva, concluyan en el 2000.

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