El fiscal pide 27 años de cárcel por asesinato para un ejecutivo
El fiscal solicita una pena de 27 años de prisión para el gerente de una empresa que supuestamente mató a uno de sus hombres de confianza y hirió de gravedad a otro en mayo de 1997, en el transcurso de una discusión entablada entre varios de los componentes de la cúpula de la compañía de Catarroja. El acusado, Emilio Raúl T. G., aseguró ayer en el juicio iniciado en la Audiencia de Valencia que no recordaba cómo sucedieron los hechos. Justificó su flaca memoria en el estado de tensión que sufría en esa época, producto de las crisis de ansiedad, migrañas y ataques de pánico que le aquejaban desde 1990. "El fallecido era como un hijo para mí", explicó el encausado, que detalló el tratamiento médico que seguía desde mucho antes del tiroteo. "No sabía ni dónde estaba", aseguro Emilio Raúl T.G., de 54 años, a preguntas del fiscal. Lo bien cierto es que el gerente de la firma estaba allí, no discutió su autoría de los disparos ni la propiedad del arma de la que éstos surgieron, un revolver que el procesado utilizaba para practicar una de sus aficiones: el tiro olímpico. Por todo ello, el fiscal acusa de un delito de asesinato y otro asesinato en grado de tentativa al encausado, encarcelado desde el día de los hechos.
Según el representante del ministerio público, Emilio Raúl T. G. se dirigió a la empresa sabiendo que allí se iba a producir una reunión que posteriormente degeneraría en refriega. En pleno enfrentamiento, "sin que nadie se percatara de ello y con el ánimo de acabar con la vida" de dos trabajadores, "disparó los cinco cartuchos que había en el cargador". Los psiquiatras que examinaron al acusado no detectaron ningún síntoma de trastorno en el acusado.
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