Ya está bien, señor ministro

El debate sobre los Presupuestos del Estado y sus consecuencias en Andalucía no deja de causar noticias, cada vez más incomprensibles. El último episodio lo han protagonizado el ministro Pimentel y el secretario de Economía, Cristóbal Montoro, en una incomprensible escenificación de descoordinación en las filas de los altos cargos del PP nacional en sus comparecencias andaluzas. Así, el pasado día 18, el señor ministro se despachó con unas declaraciones que sorprendieron a todos, en las que afirmaba que en los Presupuestos para el 2000 se "recogen a todos los andaluces" y que por eso Andalucía era la comunidad más beneficiada de España. Mientras que al día siguiente, Montoro afirmaba en Jaén todo lo contrario, que en su día se tomó la decisión de "seguir aplicando el censo anterior", refiriéndose al censo de 1989 utilizado en el acuerdo de financiación autonómica de 1992.O sea, que según Pimentel los 400.000 andaluces, objeto de las demandas de la Junta de Andalucía, ya se habían considerado en el presupuesto sin que lo supiesen ni sus propios compañeros, que hace unos días pedían que se aceptase la cesión del IRPF a cambio de incorporar a los "andaluces desaparecidos" y que ahora, por boca del secretario de Economía, afirman que no se considera a todos los andaluces porque eso ya se decidió cuando se aprobó la financiación autonómica en el 96.

Llegados aquí, a uno no le queda más remedio que indignarse ante los intentos de manipulación, que faltan a la verdad de una manera descarada. Señor ministro: los Presupuestos del Estado siguen sin considerar a todos los andaluces en la financiación autonómica, porque así lo ha decidido el Gobierno del PP con sus aliados de CiU.

Señor ministro: los Presupuestos del Estado discriminan a Andalucía en las inversiones, con una inversión per cápita sensiblemente menor a la de Madrid, Cataluña y la media nacional.

Y, para colmo, señor ministro: es su departamento el que boicotea la cesión de las competencias en políticas activas de empleo a la Junta, porque no quiere considerar la tasa de paro real de Andalucía. Así que, por favor, ya está bien, que para lo que se consideran todos los andaluces en los presupuestos es para que paguen sus impuestos como el resto de los españoles. ¿A lo mejor se refería usted a eso, no?

LUIS ÁNGEL HIERRO