Sexo, fútbol y rock"n roll
La Mostra es un festival tan atípico como su propia evolución. Sus contenidos han ido haciéndose cosmopolitas a medida que avanzaban las ediciones. Si las primeras se centraban en el cine producido en el arco mediterráneo, la llegada de Lluís Fernández a la dirección del certamen ha aportado un toque de universalidad en nacionalidades y temáticas.La XX edición tiene películas para todos los gustos. Hay una presencia importante del cine de temática gay en todas las secciones pero, sobre todo, hay una recurrente referencia al sexo en las películas del ciclo de John Waters, bajo el prisma provocador del director de Baltimore, en muchas de las programadas en la sección informativa, en particular Live virgin, Models y Beefcake, y en algunas de las alocadas películas de trashvanguardia:Faster Pussycat! Kill! Kill! es un título fundamental en la filmografía del obsesivo Russ Meyer, y Pink Narcissus representa la mayor alucinación sexual jamás filmada.
El fútbol es, junto al sexo, la gran preocupación de este final de siglo. Así lo refleja el cine. En Serbia, España, Líbano o el Tíbet se vive con la misma pasión. Los protagonistas de Belo Odelo (sección oficial) siguen el desarrollo de la final del Mundial de Francia mientras viajan en un tren, los niños de Phörpa (sección informativa) rompen las normas de un monasterio budista para ver el mismo partido, los combatientes de Civilisées (sección oficial) pactan una tregua para ver a la selección egipcia en la Copa de África, y unos pillos forman un equipo femenino para ligar en Las Ibéricas F.C. (homenaje a Tip).
No sólo de sexo y fútbol vive el hombre. El culto al rock"n roll viene de la mano de Allan Arkush, un director norteamericano poco conocido en España pero que goza de una excelente reputación entre los adoradores del cine de culto. Su comedia sobre adolescentes Rock"n roll high school tiene a Los Ramones como actores principales. En Get crazy, Arkush realiza una parodia sobre el universo rock a través de las imitaciones de Lou Reed y Malcom McDowell, mientras que en The Temptations, filma su peculiar homenaje al grupo. Pero es en Elvis meet Nixon donde Arkush desarrolla al máximo su creatividad al recrear psicotrónicamente el imposible encuentro entre ambas personalidades.
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