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EL 'CASO PINOCHET'

Testigos acusan a Pinochet de golpear y amenazar a detenidos durante el golpe

Yolanda Monge

Dos ciudadanos chilenos, integrantes del dispositivo de seguridad del fallecido presidente Salvador Allende que vivieron junto a este último el asalto al palacio de La Moneda el 11 de septiembre de 1973, denunciaron ayer al general Pinochet por haber torturado personalmente a presos políticos. "Estaba maniatado y con la cabeza baja en el cuartel al que nos habían trasladado los militares. Entonces levanté la vista y lo vi", aseguró Pablo Cepeda, escolta personal de Allende, y detenido poco después del golpe. "Era el día después del asalto a la Moneda y el general Pinochet, eufórico, pisoteaba y pateaba a los compañeros que como yo estaban atados con un alambre mientras arengaba a sus hombres gritando: "Estos son los huevones que se nos resistieron. Ahora vamos a fusilarlos a todos", prosiguió Cepeda en lo que constituye la primera declaración que acusa al ex dictador chileno de torturas directas contra los detenidos de su sangriento régimen. El relato de Cepeda forma parte de la denuncia que el pasado viernes, junto a su compañero Manuel Cortés, presentó en Madrid ante el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón en la causa que el magistrado tiene abierta contra el general chileno por torturas, genocidio y terrorismo.A la reiterada pregunta de si vio con sus propios ojos como Pinochet torturaba personalmente a los detenidos o sólo "como los pisoteaba", Cepeda se reveló con indignación: "Le parece a usted poca tortura estar atado con un alambre mientras eres golpeado y amenazado de muerte". "Ahora Pinochet no podrá esconderse tras la mentira de que él no se enteró de nada", replicó Cortés.

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Reproche a Chile

Ambos tienen palabras de reproche para con las autoridades chilenas y el Partido Socialista de ese país. "Nunca ha habido voluntad de hacer nada en este caso. Nosotros no nos podemos prestar a lo que está ocurriendo en Chile, buscar una salida cómoda a los militares que participaron en asesinatos y torturas a través de una mesa de diálogo creada por el Gobierno", afirmó Cortes. "En Chile nunca habrá un juicio justo a Pinochet", prosiguió Cepeda.

Ésa es la razón por la que decidieron venir a España para presentar una querella, que se sumaría a la ya existente, por la desaparición de 35 de sus compañeros que se encontraban en el palacio de La Moneda o en sus alrededores aquel 13 de septiembre.

En la defensa de La Moneda sólo murieron Allende y su encargado de prensa, Augusto Olivares, según el relató de los dos nuevos testigos en el caso que instruye Garzón. "El resto de los compañeros, 21 en total, fueron capturados vivos y de ellos sólo sobrevivimos cuatro. Todos los demás fueron torturados y golpeados salvajemente y arrojados a las calles de Santiago para acrecentar el terror en la población", aseguraron.

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"Todos los que estábamos junto al presidente teníamos un gran sentimiento de lealtad hacia Allende y el pueblo chileno. Nadie va a negociar con la sangre del presidente de la República y la de nuestros compañeros".

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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