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Reportaje:

La desatención del cazatalentos

Subterfuge Records celebró ayer en La Factoría de Berango una gran fiesta con motivo de su décimo aniversario. Era el autohomenaje de una compañía con fama de cazatalentos, ganada tras el descubrimiento de bandas que en su seno alcanzaron el éxito; caso de Australian Blonde, Killer Barbies, Undrop y Dover. Pero la fértil cantera musical vasca no parece ser muy apreciada por Carlos Galán, rector del sello, ya que sólo ha apostado mínimamente por cuatro conjuntos autóctonos: Pop Crash Colapso, Dry Flies, Purr y Electrobikinis.Sin tener en cuenta temas sueltos de La Perrera, El Inquilino Comunista, Big Crunch, Lord Sickness, Los Clavos, La Secta, Ezin-Izan, Nuevo Catecismo Católico y Forest Pigs, incluidos en distintos recopilatorios de la casa, sólo aquellas cuatro formaciones han merecido su confianza. Eso sí, la gran cantidad de grupos censados en Vizcaya, Guipúzcoa y Álava se deja notar en la variedad de la selección: Carlos Subterfuge ha sido embelesado por el punk rock de los bilbaínos Pop Crash Colapso, el pop de los vizcaínos Dry Flies, el noise pop de los donostiarras Purr y el punk pop de las getxotarras Electrobikinis.

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Aparte de que la mayoría únicamente tuvo la oportunidad de editar singles y EPs (extended plays) con la discográfica madrileña, lo cierto es que todos tuvieron escasa fortuna. Hasta el punto de que sólo Electrobikinis, uno de sus más recientes fichajes, sigue en activo.

Dry Flies pasaron sin pena ni gloria por la escena, pese a la moda del Getxo Sound, y sólo grabaron un siete pulgadas. Pop Crash Colapso tuvieron algo más de suerte. Llegaron a editar todo un elepé (aunque no con Subterfuge) y se labraron cierto nombre en la escena underground nacional. Hecho éste que ha alisado un tanto el terreno a su nuevo proyecto, llamado Safety Pins. Purr tampoco llegó muy lejos, ya que, como reconoce Galán, sólo pudo editar dos discos, "dos maravillas totalmente ignoradas".

Visto lo visto, el cuarteto getxotarra Electrobikinis prefiere no hacerse ilusiones y, ni mucho menos, obsesionarse con repetir el bombazo de Dover (que lleva vendidos casi medio millón de ejemplares de su segundo elepé) o Undrop. "Lo de Dover está guay, a todo el mundo le gustaría vender mogollón de discos y poder tocar en mogollón de sitios, pero cosas tan rápidas como lo de Undrop, ni de coña. Queremos ir poco a poco, coger tablas. La trayectoria que más nos gusta dentro de Subterfuge es la de Doctor Explosión, que llevan mogollón de tiempo, hacen lo que quieren y se lo pasan superbien", asegura la guitarrista Isabel Fernández demostrando tener la cabeza bien amueblada a sus 20 años.

Precisamente, la escasa repercusión de su obra ha librado a los grupos vascos de comprobar en su propia piel si es cierta otra fama que acompaña al sello, acusado en ciertos círculos de exprimir hasta el límite de sus posibilidades a sus bandas y de aprovechar su tirón para venderlas a alguna multinacional por cantidades millonarias. En suma, de tratar como mercancía a sus grupos.

Con los pies en la tierra

Algo que desmiente Carlos Galán. "Es muy fácil caer en la demagogia de la explotación, etcétera. A nadie le gusta desprenderse de un grupo con el que has empezado y, si ha sucedido, siempre a partido del artista, no de nosotros. Ellos se supone que son los beneficiados de todo esto, y cuando se van lo único que hacemos es reclamar lo que consideramos justo. Pero que quede claro: somos una compañía discográfica independiente que respeta al artista sobre todas las cosas, no un mercadillo".

Considerar lícita o no su vía de amasar dinero depende de cada uno. Lo que no admite duda es que Subterfuge ha padecido la mayor transformación experimentada por ninguna otra independiente española que aún pueda presumir de serlo. Y, según palabras de Galán, la coyuntura no le ha desbordado, aunque en absoluto la esperara cuando comenzó en esto: "Para nada. Pero creo que el éxito lo he asimilado de maravilla. Hemos vendido muchos discos pero seguimos con los pies en la tierra. Nuestros proyectos se reducen a seguir afianzando el sello y sus divisiones, y a seguir disfrutando cada día de lo que hacemos".

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