Maragall pide a sus simpatizantes un último esfuerzo que lleve a las urnas a los indecisos

Pasqual Maragall quemó ayer sus últimos cartuchos. "Tengo que pediros una cosa: ayudadme hasta el último momento de la votación del domingo a llevar a los indecisos a las urnas". Éste fue el mensaje que lanzó a las 2.000 personas que acudieron a oírle en Tarragona, en el auditorio del Camp de Mart. Pero había sido también el mensaje que el candidato socialista transmitió durante todo el día en los actos que celebró en los cuatro puntos cardinales de Cataluña, en un recorrido que realizó en un helicóptero prestado por una empresa como colaboración a su causa.

Llegó el último día de la campaña electoral y los socialistas tenían claros indicios de que el número de indecisos seguía siendo ayer muy elevado. "Si votamos todos, ganamos, seguro", decía Maragall. "Que cada votante nuestro consiga cinco votos", pedía. Maragall afirmó: "Sabremos ganar, sabremos ganar con serenidad, sin ruido, sin rupturas, sin pasar cuentas a la historia, contaremos con todo el mundo para hacer la propuesta federal".Maragall ha visto como día a día ha crecido la asistencia y el calor en sus actos electorales; pero también como, pese a ello, en los sondeos que realiza su partido se mantenía todavía el codo a codo con sus rivales de CiU. De ahí que ayer no dejara de reclamar el último esfuerzo. "Cada uno de vosotros tiene que ser un sacador de votos", dijo por la mañana en el mercado de Bellvitge, con esa facilidad que tiene para inventar palabras. "Sacador de votos".

En un gesto destinado a reforzar su propuesta de gobernar Cataluña teniendo en cuenta la diversidad de sus territorios, Maragall dedicó su última jornada de campaña electoral a recorrer todo el país de punta a punta. De L"Hospitalet de Llobregat a Girona, La Seu d"Urgell, Lleida y Tarragona. La comenzó rindiendo homenaje en Montjuïc al que fue presidente de la Generalitat en la época republicana, Lluís Companys, de cuyo fusilamiento se cumplía ayer el 59º aniversario.La terminó por la noche en una fiesta- mitin en el barrio de Sant Martí de Provençals, en Barcelona. Ante unas 1.500 personas, Maragall dijo allí que con la victoria que espera conseguir mañana se hará realidad "el sueño de todas las generaciones de progresistas de Cataluña", frustrado por un siglo que ha abundado en tragedias. Tuvo un emocionado recuerdo para Lluís Companys y Josep Tarradellas, dos presidentes de la Generalitat de los que destacó su clara visión del papel de Cataluña en España. Terminó con un enardecido "visca Cataluña, visca l"Espanya federal". Su esposa, Diana Garrigosa, que le ha acompañado en casi todos los actos de campaña subió entonces al escenario y, tras darse un beso saludaron a los asistentes.

La vuelta electoral a Cataluña de Maragall en un solo día fue posible porque dispuso deun helicóptero cedido por una empresa como colaboración a su causa, según dijeron fuentes de su oficina de campaña. Tras explicar en Bellvitge que la táctica de Pujol ha sido la de hacer "una no campaña", el candidato socialista dijo que a Pujol le silban cuando va a los barrios, como le ocurrió en la Guineueta, "porque antes nunca había ido".

En Girona, el helicóptero que le trasladaba aterrizó a mediodía en el campo de fútbol, informa Gerard Bagué. En la Universidad Politécnica, el candidato, puesto en la piel de presidente de la Generalitat, aseguró que la primera reunión de su Gobierno se celebraría antes de Navidad en el Pirineo, una de las denominaciones de las siete regiones en que quiere organizar la administracíón catalana.

"La Universidad de Girona debe ser la punta de lanza del proceso de vivificación del territorio de Cataluña", aseguró. Maragall lamentó que el pujolismo haya contribuido a asentar una visión del prototipo catalán como una persona arisca y difícil. El candidato aseguró que el idioma catalán en la universidad no debe constituir ningún obstáculo para los intercambios con el extranjero, puesto que cualquier foráneo que domine el castellano o el italiano en unos tres meses puede desenvolverse con el catalán.

Aneto

El candidato fue saludado por el rector de la universidad, Josep Maria Nadal. Un ligero aperitivo sirvió para reponer fuerzas antes de volver al helicóptero hacia su siguiente escala. Una vez en Lleida, el candidato socialista ironizó diciendo que Pujol " se ha pasado prácticamente 20 años en el helicóptero o en el Aneto", informa Lluís Visa. "Al ver la transformación de nuestras ciudades, he pensado que este país no se merece cuatro años más sin aprovechar la energía de esos alcaldes y municipios que han sabido hacer maravillas", dijo Maragall.

El candidato, que llegó a Lleida tras visitar La Seu d"Urgell, una de las ciudades que han vivido una mayor transformación económica y urbanística a raíz de los Juegos Olímpicos de 1992, dijo que los habitantes del Pirineo "están eufóricos" con la posibilidad de que se cree una región para las zonas de alta montaña.