Las centrales piden un "escarmiento" por el accidente mortal de Sondika
Los sindicatos consideran que "por vez primera" debiera "darse un escarmiento" y condenar penalmente a los responsables del accidente que el pasado 18 de febrero se produjo en la construcción de la nueva terminal del aeropuerto de Sondika, en el que murieron tres operarios. El informe de la Inspección de Trabajo sobre el siniestro ha concluido que las obras incumplían la normativa de seguridad e higiene (ver EL PAÍS de ayer). El informe ya ha sido remitido al Juzgado de Instrucción número 5 de Bilbao, que investiga el caso y tendrá que resolver si hubo imprudencia temeraria y existe responsabilidad penal.Por el momento, la Inspección de Trabajo ha abierto un expediente sancionador a las empresas responsables de los trabajos que puede concluir en una multa de hasta 50 millones de pesetas.
"Es un caso que no tiene discusión. Los sindicatos ya sospechábamos que la obra carecía de las medidas de seguridad. Existe un informe geotécnico del propio aeropuerto de Sondika en el que se reconoce la falta de medidas. Habría que dar un escarmiento y castigar penalmente a los responsables", recalca Iñaki Moreno, responsable del sector de la construcción de CC OO en Euskadi.
Jugar con el riesgo
De forma similar se expresan representantes de las otras centrales, que desde el accidente de Sondika han reforzado las presiones sobre las empresas para que extremen las medidas de prevención. "No nos sorprende el resultado del informe, pero una vez que la negligencia se ha reconocido de manera oficial no puede quedar en una simple multa por muy alta que sea. Si en este caso no se condena a los autores del delito y todo queda en una multa, aunque sea de cien millones, y en un acuerdo económico con los familiares es que no habremos avanzado nada. Se necesita un escarmiento de una vez por todas", resalta Arturo Rodríguez, secretario de la sección sindical de la Federación del Metal y Construcción de UGT.
Los portavoces sindicales insisten en exigir responsabilidades penales a las empresas que intervinieron en la contratación de los tres trabajadores, dos de ellos pertenecientes a una Empresa de Trabajo Temporal (ETT). "Lo que ocurrió en Sondika es muy habitual, lo que ocurre es que en ese caso el resultado fue mortal. Se juega con el riesgo de que no pasa nada y los trabajadores caen en la trampa", dice Merino.
El expediente sancionador recae sobre la Unión Temporal de Empresas responsable de la obra, así como sobre la ETT Denbolan. Igualmente afecta a Aena, la sociedad que gestiona los aeropuertos nacionales.
"Cuando ocurre un accidente mortal se arma mucho revuelo, pero luego el tiempo lo diluye todo. En este caso no puede volver a ocurrir. Tiene que servir de precedente porque después de Sondika ha seguido habiendo muertos", coinciden los sindicalistas.
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