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GOLPE DE ISLAMABAD

La excusa del interés nacional

La política en Pakistán es un asunto muy sucio: dinero, armas, tráfico de influencias, asesinatos, nepotismo, saqueo de las arcas públicas... Un sistema explotado a fondo por una clase política que está a la altura de lo que Transparency International considera uno de los países más corruptos del mundo.Nawaz Sharif y Benazir Bhutto son las dos figuras emblemáticas de ese régimen y los dos han dejado el poder a consecuencia de sus propios pecados. La exprimera ministra, en 1996, destituida por el presidente en medio de acusaciones de grotesca corrupción. El ahora caído Sharif, la precedió en 1993 entre imputaciones de desgobierno también realizadas desde la jefatura del Estado. En las elecciones de febrero de 1997, Sharif se benefició del desprestigio de Bhutto y obtuvo 134 escaños frente a los 18 de su antecesora en un Cámara muy fragmentada de 217 escaños. Su dominio político era absoluto y lo ejerció sin límites desde el principio: una de sus primeras medidas fue la de abrogar la enmienda constitucional que desde 1985 daba al presidente el poder de destituir a los primeros ministros que se excedían. Sharif siguió durante 31 meses su carrera de ordeno y mando hasta que el martes calculó mal y provocó el zarpazo del general Pervez Musharraf.

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Ahora, el general no ha declarado exáctamente la ley marcial tal, al contrario de lo que hicieron sus predecesores golpistas en 1958, 1969 y 1977. No obstante, ha dictado el estado de emergencia, una disposición cuyos efectos -disolución del Parlamento y suspensión de la Constitución- son prácticamente iguales a los de la ley marcial.

La Carta Magna paquistaní no tolera asonadas, pero en las tres ocasiones precedentes el Tribunal Supremo dio el visto bueno a los golpistas por considerar que evitaban un mal mayor. Musharraf ha usado el mismo recurso al alegar el martes que actuó para impedir la desestabilización y la bancarrota de Pakistán. Sharif tenía la mayoría absoluta en el Parlamento, pero todos los demás partidos han aplaudido a Musharraf.

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