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Aigner y Villar, un combate por el poder

La designación del país organizador de la Eurocopa del 2004 se ha llegado a plantear como un pulso entre el secretario general de la UEFA, Gerard Aigner, y el presidente de la Federación Española, Ángel María Villar, un ex futbolista que llegó de puntillas a cargos directivos del fútbol español y que ahora pertenece a una docena de comisiones de la FIFA y de la UEFA. Su poder e influencia le catapultan incluso a la presidencia de la UEFA, cargo al que también aspira a Aigner como broche a su trayectoria profesional de más de 20 años en el maximo organismo del fútbol europeo, donde empezó como un funcionario de baja categoría."Conceder a España la Eurocopa sería conceder un cheque en blanco a Villar para la presidencia de la UEFA", fue el comentario que se le escapó a un dirigente de este organismo hace un par de meses en la inauguración de su nueva sede en Nyon. El fútbol español y el italiano forman el principal frente contra al sector que domina la UEFA en la actualidad, con con su presidente, el sueco Johanson, y Aigner a la cabeza. Villar, además, goza del reconocimiento de otro fútbol importante como es el suramericano, cuyos votos suelen ser decisivos para la elección de las sedes de los campeonatos del mundo. Alemania y Braun, el presidente de su federación de fútbol, es muy posible que noten esa influencia ahora que aspiran a ser sede del Mundial del 2006.

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El peso del fútbol español

"Aigner controla los entresijos de la UEFA. No en balde ha recorrido todos sus escalones. Conoce el peso del fútbol español y la influencia de Villar", cuenta uno de los hombres de fútbol en España que mejor le conocen, Antón Parera, ex gerente del Barça, con el que ha llegado a jugar al golf. Aigner aprendió el español -uno de los seis idiomas que conoce: inglés, alemán, francés, italiano y holandés- en sus vacaciones en Lloret de Mar.Con 51 años y desde hace unos 10 al frente de la secretaría general de la UEFA, no tiene demasiado lejos el ejemplo a seguir. Este alemán, criado en Suiza, con pasaporte de este país y casa en una de las ciudades que más le encantan, la italiana Florencia, ha visto como, a menos de 100 kilómetros, en la FIFA ha llegado a su presidencia el que fuera su secretario general durante una quincena de años, Josep Blatter.

Villar no habla de la presidencia de la UEFA, pero quienes conocen sus pasos no descartan ese objetivo. Eso sí, insisten en que no se enfrentará a Johanson, cuya presidencia termina en el 2002, y que mientras aspire a seguir en el cargo, Villar estará a su lado.

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