Trigonometría con Mónica Lewinsky
"No hay que confundir el rigor de las matemáticas con el rigor mortis". Saunders Maclane, padre de la abstracta Teoría de las categorías, siempre defendió una forma más amena de impartir las matemáticas a los estudiantes. Una opinión que comparten Julia García y Miguel Pasadas, profesores de la Universidad de Granada, que, desde hace años, intentan liberar sus clases del "carácter encriptado y elitista" de las matemáticas y hacerlas mucho más comprensibles mediante su aplicación práctica a situaciones de la vida cotidiana.Así, los arrumacos de Monica Lewinsky con Bill Clinton y su repercusión negativa en la bolsa de Wall Street pueden ayudar a los alumnos a entender la emergente geometría fractal. Y las negociaciones de Iberia con el sindicato de pilotos Sepla pueden ser analizadas mediante la Teoría de juegos.
Con este método docente, aplicado en el ámbito universitario, los profesores pretenden exorcizar el demonio que fueron las matemáticas para muchos niños y adolescentes. "Nuestra intención es enseñar matemáticas de forma amena y rigurosa, para aumentar el interés de los estudiantes hacia la asignatura y mejorar la comprensión y el rendimiento", aseguran García y Pasadas.
Ambos son profesores del Departamento de Matemática Aplicada y utilizan su método en las facultades de Económicas, Arquitectura Técnica y Superior, Informática e Ingeniería de Caminos entre otras. En todas, intentan situar los conceptos y problemas matemáticos en contextos reales. "Un terremoto o un edificio en construcción pueden servir de modelo para realizar cálculos. Los mosaicos de la Alhambra para estudiar geometría y los diseños arquitectónicos de Gaudí para enseñar cónicas y cuádricas", ilustra Pasadas.
Los resultados de su experiencia, aseguran, han sido muy positivos. La motivación de los alumnos hacia las matemáticas ha aumentado. Al igual que el rendimiento, con una reducción considerable del número de suspensos y una mejora de las calificaciones.
Aunque lo que más satisface a los dos profesores es el cambio de actitud de los estudiantes. Por una parte, ha aumentado el número de matriculados en asignaturas optativas de matemáticas y, por otra, los alumnos llevan la asignatura al día. "Ya no preparan el examen con unos días de antelación. Durante las clases, adviertes que siguen tus explicaciones y no se pierden, porque hacen un seguimiento continuo de la asignatura", explican.
La forma de impartir clases de García y Posadas también es utilizada por otros profesores del Departamento de Matemática Aplicada. Aunque reconocen que algunos de sus más de 40 compañeros no están de acuerdo con su forma de trabajar. "Este método se usa en muchos lugares de España, pero no acaba de ser bien visto", indica Pasadas.
Julia García, hija de profesores, se acercó a este método docente después de sentir cierta frustración en su trabajo. "Yo venía de una parte muy abstracta de las matemáticas y llegó un momento en el que no creía en lo que hacía. No quería limitarme a llegar a clase y soltar el rollo, sino tratar de contagiar mi interés a los alumnos". Algo que parece haber conseguido, a juicio del reconocimiento que los estudiantes otorgan a su labor.
Por ahora, la docencia de las matemáticas a través de su identificación con modelos reales sólo está extendida en cursos universitarios superiores. "En los inferiores habría que adaptar los programas curriculares y ampliar el uso del ordenador", advierten los profesores. Y reconocen que, aunque el método no es la panacea, aumenta el interés de los alumnos y sería positivo aplicarlo en la enseñanza obligatoria.
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