Estancamiento en las cárceles

Las cifras indican que desciende la población reclusa en Cataluña. Es un fenómeno que se inicia en 1995 y que se prolonga, con ligerísimas variaciones, hasta hoy mismo (los datos incluidos en el gráfico de 1999 corresponden al mes de septiembre).Los motivos para explicar este hecho son de índole distinta, pero el más potente es la mejora de la situación económica. La oportunidad de un trabajo se muestra como el más potente factor de integración social. Las posibilidades de una vida relativamente digna son uno de los más notables frenos contra no pocas tentaciones, como lo demuestra la caída paralela en estos años de los delitos asociados al tráfico de drogas y los relacionados, muchas veces, con el consumo propio.

Un segundo elemento destaca en Cataluña, en relación con el conjunto de la población reclusa en el conjunto de España: mientras que la población catalana es el 16% del total español, los porcentajes de población encarcelada están siempre por debajo de esta cifra.

El diferencial se incrementa notablemente al analizar la situación referente a los presos preventivos. Cataluña registra cinco puntos menos de lo que se podría esperar si se atendiera a la estadística de la población total.

La explicación tiene que ver con un mejor funcionamiento del sistema judicial que hace que los juicios se celebren con mayor celeridad, hecho que redunda tanto en favor del acusado como en favor de la víctima.