Un título que no ganaron ni Poblet ni Induráin
Ha llegado el momento, parece, en que la historia y las grandes teorías a ella ligadas tendrán que dejar de agarrarse a través de los números y las estadísticas. Este, el del milagro en Verona que Óscar Freire se ha sacado de la manga, es el día en que, el ciclismo al menos, los números van a empezar a ir por una lado y la realidad por otro. Se acabó. Ha sido también, esperemos, el último día en que se recuerde que hace casi 40 años hubo un español llamado Miguel Poblet que parecía extranjero porque era rápido y le gustaba correr y ganar clásicas; tampoco se le volverá a preguntar a nadie, ni a más Óscar Freires del futuro, si se considera el heredero de Poblet. ¿Para qué? Poblet no ganó un Mundial.Y el ciclismo español, tan alérgico y ajeno al sentimiento de las clásicas, las carreras de un día en las que italianos y belgas depositan todo su sentimiento, ha ganado dos de los últimos Mundiales de fondo en carretera, la carrera considerada la clásica de todas las clásicas. Olano, en 1995; Freire, en 1999. Y no se cuentan las contrarreloj, que es otra historia (aunque, para la memoria: tres oros (incluido el de Induráin en los Juegos de Atlanta), para Induráin y Olano, y tres platas, incluido Mauri). En ese periodo, el último quinquenio del siglo, un título ha ido para Bélgica (Museeuw, en 1996), uno para Francia (Brochard, en 1997) y uno para Suiza (Camenzind). ¿Quién lo entiende?
La semana del Mundial es en Italia, es para los italianos, una de alta política, de altas traiciones y altas estrategias. Y el seleccionador acaba siendo una mezcla de Borgia y Andreotti, besos a la izquierda, puñales a la derecha. ¿Y Bélgica? ¿Quién puede con el mimado y rebelde Vandenbroucke; qué pinta Museeuw, el sabio; qué opina Van Petegem, ganador de la Vuelta a Flandes, y Tchmil, el de la Milán-San Remo; y Wauters, del París Tours? Todos los ganadores de los monumentos de la Copa del Mundo en concilio.
Y llega Paco Antequera, el valenciano que nunca ha corrido una clásica para ganar. Mira el circuito, toma medidas y dice: "Este repecho no es para tanto; Freire lo pasa y allí estará, jugándose la medalla". No, no cree en las estadísticas. Sabe, como Freire, que cada carrera es una oportunidad.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.