Las primeras fisuras del Palacio de los Deportes de Málaga se arreglaron con una pulidora y pintura
La constructora Ferrovial y la dirección facultativa de las obras del Palacio de los Deportes de Málaga -esta última integrada por técnicos de la Gerencia de Urbanismo- decidieron subsanar las primeras fisuras que aparecieron en este edificio pasando una pulidora por las grietas y pintando no sólo la superficie afectada, sino también otras, al objeto de "darle la misma terminación", según consta en el expediente de tramitación de la obra. La decisión se adoptó en una reunión de la comisión de seguimiento de los trabajos que se celebró el pasado 10 de junio.
La reunión se celebró, así, siete días después de ser advertidos de estos desperfectos y tres meses antes de que se inaugurara el Palacio de los Deportes. Las fisuras habían aparecido tanto en la fábrica de ladrillos como en los pavimentos de hormigón bajo la marquesina de la fachada posterior del recinto.La solución que se adoptó fue "pasar la pulimentadora por las fisuras existentes" y pintar con una pintura especial de resina, en color rojo, la zona dañada. Los técnicos de Ferrovial y de la Gerencia de Urbanismo decidieron, además, hacer lo mismo en el pavimento de la entrada principal del palacio, una zona que no se vio afectada por la fisura, para "crear de esta manera la misma terminación" en los accesos principales.
El total de la superficie sobre la que se actuó era de unos 500 metros, e incluso en la reunión se fijó el coste del material a utilizar: el trabajo tendría un presupuesto de 950 pesetas el metro cuadrado, poco más de medio millón de pesetas en total.
Tierras de relleno
En esta reunión, Ferrovial no sólo puso en conocimiento de la dirección facultativa estas fisuras como consecuencia de la compactación que se estaba realizando junto a los muros de contención del edificio, sino que informó, además, de que las tierras de relleno utilizadas en las futuras zonas ajardinadas había que seleccionarlas mejor.
Los primeros problemas con el asentamiento del pabellón venían de lejos, según la documentación que obra en el expediente. En un encuentro de la comisión de seguimiento de febrero de 1998, la empresa constructora informó de la paralización de los trabajos durante 12 días, ya que las lluvias que habían caído en la zona inundaron la parcela donde se iba a levantar el edificio.
Fue a raíz de estos problemas cuando se decidió elevar la cota del inmueble en dos metros, lo que obligó a cambiar el proyecto de ejecución con un modificado. El edificio pasó de una elevación de tres a cinco metros sobre la cota del suelo, lo que motivó cambios en la estructura de cimentación, del primer nivel del edificio, así como del relleno de tierra en los exteriores del inmueble "al objeto de evitar futuras inundaciones".
El escaso celo de la Gerencia de Urbanismo en el control de esta obra, que tanto están reprochando los grupos de oposición en el Ayuntamiento de Málaga al equipo de gobierno del PP, contrasta con otras actuaciones municipales en materia de infracciones urbanísticas.
El pasado mes de julio, según se ha conocido ahora, la Gerencia de Urbanismo, presidida por el concejal del área Francisco de la Torre, le abrió un expediente al propio Instituto Municipal de la Vivienda, cuyo responsable político es el propio edil, por instalar una valla publicitaria de una promoción del organismo sin contar con la preceptiva licencia municipal.
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