La apertura de la avenida de Francesc Cambò está pendiente del derribo de una decena de fincas 1.440 viviendas se han visto afectadas por el proyecto de reforma del Casc Antic

La apertura de la avenida de Francesc Cambó, junto a Santa Caterina, está pendiente del derribo de una decena de fincas comprendidas entre la calle Álvarez de Castro, Gombau y Fonollar. Las fincas que dan a Fonollar ya están vacías y listas para el derribo, la operación se podrá realizar antes de que acabe este año, una vez se realojen los vecinos que todavía viven en las fincas de las calles Álvarez de Castro y Giralt de Pellicer. Procivesa calcula que la urbanización de la nueva calle que será la continuación de Francesc Cambó se podrá iniciar en la primavera del 2000.

"Bar Restaurante Segura. Aviso: por expropiación forzosa, cerrado definitivamente el 25 de julio de 1998. Gracias: Jesús, Miguel y Pepe. Les seguiremos informando". El letrero está enganchado en la persiana de lo que fue un bar en la calle de Álvarez de Castro y puede ser uno de los ejemplos del pausado ritmo de todo el proceso que ha acompañado el proyecto de la apertura de Francesc Cambó, cuya prolongación, además, se revisó a la baja para que no provocará un vacío en el trazado del Casc Antic.Ahora, el boquete está pendiente del realojamiento de unas 40 familias en pisos nuevos en las calles de Comercio y Cortines. Pero el nuevo emplazamiento no gusta a muchos de los afectados ni tampoco las viviendas porque son pequeñas comparándolas con las que dejan. Desde la asociación de vecinos del Casc Antic no ven tan claros los plazos previstos por Procivesa para el derribo de las fincas porque han recogido múltiples quejas de los afectados. Procivesa sigue negociando con los penúltimos ya que todavía está pendiente la tramitación de otras fincas de las calles de Jaume Giralt y Metges.

La operación de la reforma del Casc Antic es, como suele pasar en Ciutat Vella, de importantes dimensiones. En 10 años, desde que se inició el proceso, las administraciones han invertido 25.745 millones de pesetas. 1.440 viviendas se han visto afectadas -en 191 edificios-. La operación de esponjamiento ha afectado a 1.140 familias, 360 de ellas optaron por ser indemnizadas y el resto, 780, han sido realojadas en pisos nuevos o rehabilitados. De los 780, 110 abandonaron el barrio y se trasladaron a la Barceloneta.

25.000 metros cuadrados

La operación alcanza una superficie de 25.000 metros cuadrados cuya distribución final será aproximadamente de 13.500 metros para viales, plazas y zona verde que será un paseo lineal que arranca en Princesa y morirá en Sant Pere més Baix. Otros 8.826 metros cuadrados se destinan a viviendas nuevas y 1.118 metros a equipamientos de barrio.

Pero hasta la apertura de Francesc Cambó sea una realidad muchas de esas actuaciones permanecen un poco ocultas. Sólo se aprecia la transformación de esa zona del Casc Antic al adentrarse por la calle de Gombau o Fonollars. El espectáculo es extraño porque en medio de las medievales callejas hay un enjambre de estructuras de pisos a media construcción que conviven con medianeras y solares que aguardan la llegada de las excavadoras.

"Se ha intentado ser lo más respetuoso posible con el trazado del Casc Antic. Por eso, se modificó la primera versión del proyecto que suponía una penetración de una avenida con una anchura de 30 metros que finalmente se redujo a lo que será una calle con un anchura como las del Eixample, de unos 16 metros", explica Martí Abella, uno de los responsables de Procivesa que ha vivido el proceso.

La operación del Casc Antic ha sido mucho más compleja que, por ejemplo, la del Pla Central del Raval: "El Raval es distinto porque el entramado es relativamente nuevo, del siglo pasado y fue un ensayo del Eixample con las calles cuadriculadas.

El Casc Antic es mucho más antiguo y el entramado de calles y plazas ha provocado múltiples quebraderos de cabeza, no sólo para el proyecto, sino en algo tan concreto como la ejecución y el acceso de las obras".

En El Raval la eventualidad de encontrar vestigios históricos cuando se profundiza para echar los cimientos no tiene nada que ver con la probabilidad de que eso pase en el Casc Antic. Acaba se ocurrir en Santa Caterina, donde han descubierto restos de un convento del siglo XIV.