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El presidente checheno pide ayuda a la OTAN para defenderse de los rusos

El presidente checheno, Aslán Masjádov, ha pedido a la OTAN que ayude a la república independentista a defenderse de los ataques rusos, según informó ayer la agencia rusa Ria. En la Alianza Atlántica no se había recibido ninguna comunicación en este sentido. Masjádov, según la agencia, ha transmitido al nuevo secretario general de la OTAN, el británico George Robertson, que "lo que está ocurriendo hoy en Chechenia es una violación de los derechos humanos", por lo que pide la intervención de la Alianza para resolver el conflicto "en línea con las normas del derecho internacional".El presidente Aslán Masjádov se mueve en el doble frente de la guerra y de la paz. Por una parte, ha nombrado a un comandante militar, Isa Munáyev, para organizar el funcionamiento de las fuerzas de seguridad y prevenir actos de sabotaje y terrorismo. Por otra, insiste en que es posible el diálogo con Rusia, en cuyos asuntos internos no quiere inmiscuirse, y promete que no habrá agresiones a las repúblicas vecinas del Cáucaso: Osetia del Norte, Ingushetia y Daguestán. Lo malo es que no tiene el poder suficiente para ofrecer esa garantía.

El Kremlin ha cortado amarras con Masjádov, hasta hace poco su único interlocutor moderado. Rusia sólo reconoce legitimidad al Parlamento adicto elegido durante la primera guerra, que el jueves nombró jefe del Consejo de Estado a Malik Saiduláyev. Éste piensa viajar pronto a la zona ocupada de Chechenia, e insta a Masjádov a "no colaborar con los criminales", so pena de tener que responder ante los tribunales.

Nudo ferroviario

Entretanto, el Ejército ruso consolida su presencia en el norte de Chechenia, donde la noche del jueves al viernes tomó la ciudad de Chervlionaya, un importante nudo ferroviario situado unos 25 kilómetros al norte de Grozni. La noticia fue facilitada a la agencia rusa Interfax, que citaba fuentes chechenas, y confirma que el Gobierno de Masjádov ha decidido no librar batalla abierta al norte del río Terek, la frontera natural que podría marcar el límite de una franja de seguridad. El asalto a la capital parece descartado de momento.La artillería y la aviación rusas continuaron machacando ayer de forma intermitente las posiciones de los bandidos, término con el que se califica a los milicianos islámicos de los señores de la guerra y, por extensión, a todos los combatientes chechenos. Fue destruido un puente ferroviario sobre el Terek, cerca de Chervlonaya, que era clave para enlazar Grozni con las vecinas repúblicas de Daguestán y Osetia del Norte.

La guerra prosigue sin que haya constancia de que se produzcan choques cuerpo a cuerpo. Los chechenos consideran indefendible el norte, llano y despejado, y apuestan por librar la próxima batalla en Grozni. Los rusos, por su parte, fortifican sus posiciones: cavan trincheras, construyen búnkeres y montan tiendas de campaña; es decir, refuerzan su control de la franja de seguridad del norte, la que marca el Terek, mientras se disponen a hacer funcionar allí una administración paralela. Si quedan así las cosas, será una partición de hecho.

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