El Gobierno gastará 1.000 millones el año próximo en el "blindaje" del Estrecho

La seguridad vial y la protección de la llamada frontera sur de Europa son dos de los ejes fundamentales del presupuesto del Ministerio del Interior para el año 2000, que se eleva a 774.848 millones de pesetas, 37.000 millones más que en este ejercicio. La primera medida será emplear 1.000 millones para comenzar el blindaje del Estrecho frente a las pateras de inmigrantes clandestinos y el narcotráfico. El secretario de Estado de Seguridad, Ricardo Martí Fluxà, que explicó el presupuesto en la comisión parlamentaria, dijo que los gastos reservados se congelan en 950 millones.

Una parte de los 1.000 millones que se invertirán en el Estrecho irá destinada a crear un centro de coordinación de operaciones, que será instalado previsiblemente en Algeciras (Cádiz), y el resto se gastará en la instalación de dos bases de radares de alta sensibilidad, capaces de detectar las pequeñas embarcaciones que intenten llegar a la Península a través de la zona más caliente. Si esta primera fase del Sistema Integral de Vigilancia del Estrecho (SIVE) diera los resultados esperados, el Gobierno acometería en el futuro un proyecto que supondría un desembolso total de 25.000 millones.El secretario de Estado de Seguridad, Ricardo Martí Fluxà, explicó ayer ante la correspondiente comisión parlamentaria, los presupuestos de Interior, que él calificó como "de mantenimiento". El diputado socialista Álvaro Cuesta consideró imposible que se puedan afrontar los gastos del ministerio con la partida presupuestaria y recordó a Martí Fluxà que en 1998 ya hubo que recurrir a un crédito extraordinario de 9.700 millones para tapar un "agujero" que había respecto a lo dispuesto en 1997.

El número dos de Interior replicó que parte de esa cantidad había sido empleada para tapar gastos heredados de los anteriores mandatos del PSOE. Sin embargo, Cuesta le demostró, con documentos en la mano, que las obligaciones heredadas de la etapa de Gobierno del PSOE eran muy pequeñas y que, en realidad, ese crédito extraordinario se había utilizado para sufragar una deuda de miles de millones en concepto de agua, luz y teléfono contraída durante el mandato de Jaime Mayor. Martí Fluxà aceptó la regañina y reconoció que el representante socialista tenía razón, si bien argumentó que "es muy difícil" ajustar hasta la última peseta las cantidades destinadas a gastos corrientes.

El número dos de Interior confirmó que la partida de gastos reservados para el año 2000 es de 950 millones de pesetas, prácticamente lo mismo que en ejercicios anteriores. Tras considerar "adecuado" el montante de este dinero opaco y fuera de control, Martí Fluxà no quiso revelar si en el presente año se ha gastado todo este dinero, pese a la evidente disminución de operaciones policiales coincidiendo con la actual tregua de ETA.

El director general de la Guardia Civil, Santiago López Valdivielso, resaltó que el año próximo se superará por primera vez la "barrera" de 300.000 millones de pesetas en los presupuestos del instituto armado. Casi 4.000 millones se destinarán a mejorar las condiciones de los 2.692 acuartelamientos que hay en España. En la adquisición de vehículos se gastarán durante el año próximo otros 2.818 millones de pesetas.

Juan Cotino, director general de la Policía, dio cuenta brevemente de los 263.112 millones asignados a su departamento, que, entre otras cosas, permitirán adquirir nuevos vehículos, de tal forma que el 80% de los coches patrulla estarán el próximo año totalmente renovados. Otra medida que Cotino calificó de "importante" será disponer de 8.657 millones para pagar a los policías que, aun estando en segunda actividad (prejubilados), quieran seguir trabajando en tareas burocráticas. De esta forma, el objetivo es poder sacar a más agentes a la calle dentro del programa de policía de proximidad.

El director de Instituciones Penitenciarias, Ángel Yuste, también compareció para explicar el destino de los 91.793 millones atribuidos a su departamento, lo que supone un incremento del 9% respecto al presente año. Yuste destacó el crecimiento en la dotación empleada para la alimentación de los reclusos y el aumento en los gastos de personal, que suben en 5.035 millones, incluyendo la cantidad destinada a cumplir el acuerdo alcanzado con los sindicatos tras la finalización del conflicto laboral suscitado hace cuatro meses.