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Los socialistas franceses presentarán una alternativa a la "tercera vía"

Los socialistas franceses tienen ya su respuesta al manifiesto que Tony Blair y Gerhard Schröder presentaron a bombo y platillo el pasado 8 de junio, en vísperas de las elecciones europeas. Aunque los dirigentes del PS evitaron ayer utilizar el término contramanifiesto y cualquier alusión hiriente para con sus correligionarios británicos y alemanes, el documento aprobado por la ejecutiva socialista es una réplica en toda regla a los fundamentos de la denominada tercera vía.

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Una nueva alianza

El Partido Socialista de Lionel Jospin no cree en la tercera vía, ni en el nuevo centro de la pareja Blair-Schröder y tampoco está por la labor de sumarse a festejar "los méritos de los empresarios eficientes" y de reclamar menos impuestos y la reducción del gasto público.La alternativa socialista francesa sigue otorgando un amplio papel al Estado, "garantía de que cada ciudadano encuentre su plaza en la sociedad" y le otorga una función reguladora, pese a admitir que las instituciones públicas no pueden ya administrar la economía como en el pasado.

Claramente inspirado por Lionel Jospin, el texto que los socialistas franceses presentarán al congreso de la Internacional Socialista de noviembre próximo pretende dotar de fundamento teórico el comportamiento del actual Gobierno.

El pragmatismo con el que ejecutivo del primer ministro Lionel Jospin trata de abordar las mutaciones económicas y sociales encuentra aquí una base de sustento que acredita el progresivo alejamiento de las antiguas recetas doctrinarias. En el caso de los socialistas franceses, que se presentan como la columna vertebral de una izquierda y de un país de larga tradición estatalista, el paso reformador dado ahora encuentra sus límites en el lema de Lionel Jospin: "Sí, a la economía de mercado; no, a la sociedad de mercado"; en el equilibrio entre "la modernidad y la fidelidad a nuestros valores".

Aunque la teorización de la práctica del actual Gobierno de la izquierda plural francesa no resuelve necesariamente las contradicciones ideológicas de fondo, el documento del Partido Socialista marca la frontera con la tercera vía de Blair y Schröder, conjura el temor a la deriva liberal.

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Con su contramanifiesto, los socialistas y Lionel Jospin acaban de sacarse algo más que una espina de su cuerpo doctrinal. El manifiesto Blair-Schröder fue considerado por la izquierda francesa como una puñalada trapera, un gesto desleal que proyectaba sobre el primer ministro y el socialismo francés la sombra rancia del anacronismo.

Fuente de riqueza

El texto aprobado por los socialistas proclama la necesidad de "regular" la economía de mercado, definida como "una incomparable fuente de riqueza", que se manifiesta, a menudo, "injusta e irracional". Sostiene además la primacía de la democracia sobre el mercado y compromete al socialismo en "la construcción de una sociedad más justa y humana" en la que "los valores no pueden ser sometidos a la exclusiva lógica del beneficio".Los socialistas franceses ven en el concepto de flexibilidad manejado por Tony Blair, "una generalización de la precariedad". Frente a la propuesta de seleccionar las subvenciones sociales, en el texto se esgrime la defensa de la "protección social" como símbolo de una sociedad solidaria.

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