Amigos, no enemigos
Yo no quisiera que la carta del señor Felipe Orobón, con fecha del 17 de septiembre de 1999, quedara sin contestar. Vivo en una ciudad de la Baviera oriental, con más o menos 30.000 habitantes, y no he visto nunca aquí un "acoso racista" contra extranjeros. Al contrario, en nuestra ciudad existe incluso una tertulia española que se reúne regularmente una vez por mes y en la que participan españoles, suramericanos y alemanes que saben hablar el castellano y que viven y trabajan en esta región. Nunca han tenido problemas hablando con extranjeros en su lengua materna. Yo era profesor de colegio y enseñaba inglés, francés e italiano y tenía muchos contactos con extranjeros. Las escuelas aquí hacen cambios escolares con escuelas en Inglaterra, Estados Unidos, Francia, Italia e incluso Rusia. Una "noche de losPasa a la página siguiente
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cuchillos largos" para extranjeros no tendría nunca lugar aquí. Por eso, invito al señor Orobón, si le es posible, a vivir y trabajar en nuestra región: aquí, el señor Orobón encontrará fácilmente amigos, y no enemigos.- . .
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