Chirac rinde homenaje a una generación que ha "instaurado y arraigado" la democracia en España

España ha regresado al camino de la grandeur. Lo dijo ayer el presidente de la República Francesa, Jacques Chirac, en su discurso en el Congreso, el acto más solemne de su visita de Estado. Fue una intervención de firme contenido europeísta en la que rindió homenaje a "una sola generación" que ha sabido "inventar, instaurar y arraigar la democracia" en España. Chirac reiteró el firme compromiso de Francia de mantenerse junto a su "socio fundamental" para afrontar la lucha contra el terrorismo y los desafíos de la globalización. Todos los grupos, salvo el PNV, aplaudieron al presidente francés.

Chirac hizo ayer un poco de historia, ya que desde 1919, cuando tomó la palabra en la tribuna del Congreso el presidente de Estados Unidos Woodrow Wilson, ningún jefe de Estado extranjero había sido objeto de semejante distinción. Lo precisó el presidente del Congreso, Federico Trillo, en su discurso de bienvenida, que cerró invocando la "libertad, la igualdad y la fraternidad" de todos los seres humanos.El presidente francés agradeció el homenaje al espíritu republicano, y glosó en su discurso su admiración por España y por su actual Gobierno. No escatimó elogios para "una sola generación" que ha sabido "inventar, instaurar y arraigar la democracia" y saludó la "determinación que puso de manifiesto el rey Juan Carlos I" cuando "apoyado por el pueblo, en este mismo sitio, la democracia española resistía a las últimas ofensivas de los nostálgicos del antiguo orden".

Aplauso

El único aplauso que interrumpió el discurso fue el que saludó el "compromiso de Francia de mantenerse al lado de España en su combate contra el terrorismo ciego". En el texto distribuido a la prensa el terrorismo era, además, vasco, término que desapareció en las palabras del presidente francés. Chirac reiteró que "no es posible aceptar ninguna forma de recurso a la violencia cuando todas las vías democráticas se encuentran abiertas a la acción política en un país civilizado y abierto a la expresión de las opiniones".La supresión de la referencia no fue suficiente para contentar al portavoz del PNV, Iñaki Anasagasti, que, como el resto de su grupo, de abstuvo de aplaudir tanto la llegada como el discurso del presidente francés. El portavoz vasco calificó el discurso de Chirac de "narcisista".

Izquierda Unida también llamó la atención sobre otra supresión realizada por Chirac. Omitió mencionar a "Malraux, combatiente de las brigadas Internacionales, que en L"Espoir nos legara su testimonio sobre la Guerra Civil española", frase que tambien aparecía en el texto entregado a la prensa.

El hemiciclo se encontraba abarrotado por diputados y senadores mientras que en el banco azul faltaron algunos ministros. Asistió el presidente del Gobierno, José María Aznar; el vicepresidente Rodrigo Rato, y seis ministros, entre ellos el de Asuntos Exteriores, Abel Matutes. El presidente francés había sido recibido en la entrada del Palacio de la Carrera de San Jerónimo por Trillo, y, tras escuchar los himnos nacionales y realizar un breve recorrido por sus dependencias más representativas, fue recibido en el hemiciclo con una ovación de diputados y senadores puestos en pie.

En su discurso, Chirac también tuvo palabras de elogio para Javier Solana -"un europeo convencido y de gran autoridad", dijo- designado alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior y de Seguridad Común. Solana, añadió, habrá de poder apoyarse, lo antes posible, en un Comité Político y de Seguridad que, desde su punto de vista, deberá ser en la Unión Europea el equivalente de lo que el Consejo Atlántico representa para la OTAN. El presidente francés precisó que ese comité político y de seguridad "habrá de estar asistido por un Comité Militar, al cual se asociará progresivamente un Estado Mayor europeo". Chirac desvelaba así una de las máximas prioridades francesas en la UE, cuya presidencia asumirá dentro de ocho meses: "La afirmación de una seguridad y una defensa europeas representa el próximo gran desafío de nuestra aventura común".

Chirac cerró su discurso con un encendido elogio al Gobierno de José María Aznar, del que alabó sus éxitos tanto en el plano interior como en el escenario internacional. España, dijo, se ha convertido por derecho propio en un importante actor en la escena internacional.

El presidente francés comenzó su segunda jornada oficial en España depositando una corona de flores al pie del monumento erigido a los soldados españoles muertos durante la Guerra de la Independencia, en el primer homenaje de un jefe de Estado francés por los caídos españoles en la guerra contra la invasión napoleónica. Tras visitar el Ayuntamiento y recibir las llaves de oro de la ciudad, acudió después, acompañado por el presidente del Gobierno, a la sede de la CEOE, donde se reunió con varios empresarios franceses y españoles.

Aznar y Chirac coincidieron en sus discursos en desterrar los "nacionalismos económicos" El presidente francés elogió la "espectacular" transformación económica de España y animó a los empresarios españoles a que aumenten sus inversiones en Francia y elijan a las empresas francesas como sus "interlocutores en la Europa del mañana". Se explayó luego en un homenaje al Gobierno que reiteró en su discurso en el Congreso de los Diputados, donde llegó a afirmar que "España ganó la batalla de la Agenda 2000."

El presidente francés concluyó su visita de Estado de dos días de duración con una recepción en honor a los Reyes en el palacio de El Pardo, que ha sido su residencia durante su estancia en Madrid. Antes de emprender regreso a Francia, Chirac invitó a don Juan Carlos a acudir como invitado de honor al desfile del 14 de julio del 2001, que tradicionalmente se realiza en los Campos Elíseos.