La SGAE recurre que deba pagar por la sintonía de Radio Nacional

La Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) recurrirá esta misma semana el auto de la Audiencia de San Sebastián que le obliga a indemnizar con 161,5 millones de pesetas, más los intereses devengados, a los herederos del jesuita Nemesio Otaño por los derechos de autor de una obra utilizada durante décadas como sintonía de Radio Nacional de España. Los beneficios obtenidos por la reproducción de esa pieza fueron a parar desde la muerte del religioso en 1958 hasta 1987 a manos de la Compañía de Jesús (ver EL PAÍS del pasado domingo). La entidad de gestión de derechos no ha decidido aún el trámite a seguir para interponer el recurso. El abogado José María Segovia baraja entre solicitar el amparo ante el Tribunal Constitucional por una vulneración de la tutela judicial efectiva o plantear la cuestión ante el Supremo. En cualquier caso, la asesoría jurídica de la SGAE tiene clara cuál será su argumentación. Segovia cree que la sentencia es "desproporcionada" y asegura que "no existe precedente en el mundo de que por una sintonía se pague una cifra de esta índole". La Audiencia donostiarra cifra la indemnización en 161,5 millones de pesetas, que alcanzarían un monto total de 300 millones con la suma de los intereses devengados. La entidad de gestión cree que "la resolución judicial confunde lo que pagó Radio Nacional de España por todo el repertorio mundial gestionado por la SGAE, con lo que se recaudaba del correspondiente al padre Otaño". Voto particular Los derechos objeto de litigio corresponden a la obra conocida como La generala, empleada como sintonía de Radio Nacional de España desde la Guerra Civil. La SGAE abonó los beneficios generados por la reproducción de la obra al padre Otaño hasta su muerte en 1958, y posteriormente, "obrando de buena fe y en conformidad con la documentación existente", a la Compañía de Jesús. Hasta 1986, la orden religiosa recibió tres millones de pesetas por los derechos, según datos de la entidad de gestión. Fue hasta que los familiares del jesuita solicitaron la pertinente cuestión de declaración de herederos, adquirieron esta condición y comenzaron a percibir los beneficios generados por la obra del padre Otaño. La SGAE apoyará también su recurso en la existencia de un voto particular de una juez -que sitúa la indemnización en 80 millones- en la sentencia condenatoria de la Audiencia, que revocó resoluciones de instancias inferiores. La entidad de gestión de derechos aseguró ayer que ha mostrado su buen talante desde el principio. "Acostumbramos a llegar a un acuerdo amistoso antes de entrar en litigios", dijo un portavoz, "pero fue de todo punto imposible". Las negociaciones no llegaron a buen término, precisó, porque "las pretensiones de los herederos se cifraban en 1.150 millones de pesetas".