El arzobispado se opone a la solución de Moneo para ampliar el Museo del Prado

El anteproyecto de ampliación del Museo del Prado sobre el ala meridional de la iglesia de los Jerónimos, ideado por el arquitecto Rafael Moneo, ha decepcionado al arzobispado de Madrid. Fuentes de esta institución católica consideran que el claustro, del siglo XVII, desaparecerá de la vista exterior entre la compacta estructura ideada por Moneo, cuya altura reducirá la luz en el interior del templo, uno de los más visitados de la ciudad. Las discrepancias pueden aflorar hoy en una reunión mixta con el Ministerio de Cultura convocada para dar luz verde a la ampliación.

El anteproyecto de Rafael Moneo sobre la ampliación del Museo del Prado a costa de la iglesia de los Jerónimos no satisface las expectativas del arzobispado de Madrid. Así lo señaló ayer una fuente de esta entidad eclesiástica. El arzobispado se encuentra doblemente presente en la comisión mixta de seguimiento del convenio establecido entre el Ministerio de Cultura y la Iglesia católica para supervisar la ampliación y, asimismo, en el jurado que habrá de dar luz verde a la propuesta. El jurado tenía previsto reunirse hoy en Madrid."Nos parece que el claustro de la iglesia de los Jerónimos debería haber mantenido en el anteproyecto de Rafael Moneo la misma altura de cota que poseía anteriormente", dijo una fuente autorizada del arzobispado; "pero vemos que la cota máxima incluida en la propuesta ha sido elevada de tal modo que las vidrieras del templo van a sufrir un menoscabo evidente en cuanto a la luz que puedan filtrar hacia el interior de la iglesia". Otra de las discrepancias que aduce el arzobispado madrileño sobre el proyecto del arquitecto navarro se refiere "al insatisfactorio tratamiento de la transparencia que, por la compactación del edificio proyectado, afectará al claustro en el cajón de ladrillo que compone el nuevo cuerpo", agregó. "Mañana [por hoy], los reunidos deberían abordar si el anteproyecto de Rafael Moneo satisface o no las expectativas depositadas en su propuesta, conforme a las demandas que en una reunión celebrada meses atrás le fueron hechas", precisó. Durante la jornada de ayer circularon especulaciones sobre la suspensión de la reunión prevista para la primera hora de hoy en la Secretaría de Estado del Ministerio de Cultura. "No nos consta que la reunión haya sido suspendida", señaló la misma fuente ante una pregunta al respecto.

El obispo auxiliar de la diócesis de Madrid César Augusto Franco Martínez, que se encuentra de viaje en Colombia, ha delegado en el arquitecto Francisco Jurado, restaurador de la iglesia de los Jerónimos, su otro voto como representante del arzobispado de Madrid en la reunión sancionadora de la ampliación.

Las fuentes citadas y otras de la parroquia de los Jerónimos consultadas resumieron su opinión de la forma siguiente: "El proyecto de Moneo no ha gustado a nadie", dijeron. Otra fuente de la administración parroquial de este centro dijo con pesimismo: "Todo esto es un disparate, parece un proyecto más propio de un almacén, o de un parque de bomberos, que de un museo ampliado a costa de una iglesia. A ninguno de los miembros del cuerpo pastoral del templo nos ha gustado el anteproyecto", subrayó.

Entretanto, prosiguen los preparativos para adecuar la iglesia de los Jerónimos a la ampliación del Prado, según un proyecto del arquitecto Francisco Jurado. Así, se encuentra a punto de entrar en funcionamiento un pabellón contiguo edificado junto a la fachada norte del templo, que albergará la sacristía y centros de catequesis y reunión. El pabellón dispondrá, además, de un acceso a la zona del coro desde el exterior de la iglesia. Se trata de una escalera que parte de la parte baja de la fachada, se eleva varios pisos y penetra al interior a través de una de las ventanas laterales. El diseño previó el desmontaje del parapeto de estilo neogótico que cubría la parte inferior de la ventana. La escalera, en zigzag, ha sido recubierta con una estructura de color gris, de varios pisos, por la cual se accederá a la ventana y, desde ésta, a la zona del coro y a los corredores próximos a las campanas.

Desde el pasado 1 de octubre ha sido prohibida la entrada a los automóviles que anteriormente estacionaban en la plataforma que circunda el templo. En fechas venideras, la casa parroquial donde se alojaban los sacerdotes y empleados que viven en el templo será demolida, ya que los planes de extensión del Prado prevén su sustitución por otra nueva.