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El éxito de la extrema derecha impide formar una coalición de Gobierno estable en Austria

La tarea de formar una nueva coalición para lograr un Gobierno estable parece una tarea casi imposible tras el vuelco en la correlación de fuerzas ocurrido en las elecciones legislativas del domingo en Austria. El escrutinio de los 200.000 votos por correo, previsto hasta el día 12, se ha convertido en una película de suspense por la escasa diferencia de sólo 14.000 votos entre la segunda fuerza política, el Partido Liberal (FPOE), del populista Jörg Haider, doctor en derecho de 49 años, y el Partido Popular (OEVP, democristiano), del vicecanciller y ministro de Exteriores, Wolfgang Schüssel, de 54 años.

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La banalidad de Haider

Los democristianos insisten en que pasarán a la oposición si tienen un solo voto menos que los derechistas de Haider. Al mismo tiempo, los análisis de la votación del domingo ponen de manifiesto que Haider y su FPOE ha arrebatado a los socialdemócratas (SPOE) la condición de partido más votado por los obreros y los jóvenes, que en su mayoría han votado por la formación derechista y con una componente xenófoba y racista.El presidente federal austriaco, Thomas Klestil, inició ayer las conversaciones con los dirigentes de los cuatro partidos con representación en el Parlamento, que tiene previsto constituirse el próximo día 29. Para hoy, está previsto que Klestil encargue al actual canciller, el socialdemócrata (SPOE) Viktor Klima, de 52 años, que continúe al frente del Gobierno hasta que se forme el nuevo. El parto puede resultar doloroso. En Viena, la pregunta ayer era si será para Navidad o se prolongará hasta la pascua florida, y se recuerda que en una ocasión se tardó medio año en formar Gobierno. Los compromisos europeos de Austria no permitirían semejante demora en aprobar un presupuesto, que tiene que cumplir las exigencias del euro, pero la tarea se presenta complicada.

El Partido Popular (OEVP) todavía confía en alcanzar el segundo puesto, gracias al voto por correo, que, según la tradición, le favorece más que al derechista FPOE de Haider. Los expertos en demoscopia no se ponen de acuerdo. Günther Ogris dice que sería "un pequeño milagro" que el OEVP rebase al FPOE con los votos pendientes de escrutinio. En cambio, Robert Stein dice que ese adelantamiento puede producirse, y en todo caso, será un codo a codo hasta el final. La cuestión tiene importancia porque el OEVP insistió ayer en que un solo voto menos que Haider y se irán a la oposición. Así lo reafirmó la secretaria general del OEVP, Maria Rauch-Kallat, quien puso el ejemplo de las competiciones deportivas, "donde también se pierde por una centésima de segundo".

Las elecciones de este domingo han supuesto la mayor derrota electoral de los dos grandes partidos, SPOE, un 33,4%, y OEVP, un 26,9%, que nunca tuvieron un resultado tan bajo desde que en 1945 se constituyó la segunda república austriaca. Unos 230.000 votos del FPOE proceden del SPOE, casi un 20% del total conseguido por el partido de Haider. En la dirección contraria, del FPOE al SPOE sólo pasaron 44.000 votantes. Para mayor inri, el SPOE conserva su predominio en Viena la roja, pero en la capital sufrió sus mayores pérdidas. Del análisis del voto obrero se deduce que el FPOE ha sido, con un 45%, el partido más votado, seguido de un 40% para el SPOE y un 10% al OEVP. Entre los votantes del segmento de edad entre 19 y 29 años, el partido de Haider arrasó, con un 35%; el SPOE tuvo un 25%; el OEVP, un 17%, y Los Verdes, un 13%.

Prolongar la agonía

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Una reedición de la actual gran coalición equivale a formar un Gobierno con los perdedores de la elección del domingo con el riesgo de prolongar la agonía y seguir alimentando al FPOE y Haider. Al político derechista le bastaría con seguir gobernando en el Estado de Carintia y desde allí capitalizar el desgaste del Gobierno y continuar su campaña.Para evitar una repetición de errores, el canciller Klima hizo de una tacada examen de conciencia, contrición de corazón y propósito de enmienda y anuncia un nuevo estilo de gobernar, olvidar las peleas por el reparto de puestos del pasado y dar un impulso dinamizador a la política austriaca. El problema es que Klima necesita una pareja y no quiere saber nada del FPOE de Haider. La única alternativa para Klima es volver al lecho conyugal con el OEVP de Schüssel, quien ha prometido pasar a la oposición, salvo que el voto por correo le devuelva el segundo puesto, que por ahora tiene perdido. Incluso en este caso las cosas no serían fáciles para Klima, porque Schüssel y el OEVP se consideran casi triunfadores en las elecciones del domingo.

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