El Deportivo gana con lo justo

DEPORTIVO 2 - STABAEK 0No está el Deportivo para grandes demostraciones y anoche salió del túnel en el que se había metido en las últimas semanas haciendo exactamente lo justo. El Deportivo salió demasiado tenso y, aparte del tramo final de la primera parte, su juego siguió siendo tan espeso como de costumbre. Pero el rival era muy flojo y la lógica impuso su ley, aunque para ello los gallegos necesitasen dos acciones en saques de córner y de falta. Porque de lo que es jugar bien, el Deportivo sigue muy corto.Hasta que llegó el gol, el Deportivo anduvo animoso y resuelto, pero sin acabar de sacudirse la tensión acumulada en los últimos días tras la bronca reacción del público a la derrota del pasado domingo ante el Numancia. El Stabaek no se saltó ni una coma del guión. Se trata de un equipo en el resulta todo un acontecimiento ver más de tres pases seguidos. Su único recurso es el despliegue físico y la rapidez, aderezada con vagas dosis de habilidad, del delantero Finstad. A los noruegos la pelota no les interesa lo más mínimo, como no sea para fatigarla a pelotazos y tratar de meterla en la portería contraria en alguna patada. Lo suyo es presionar, defender y esperar a que el contrario cometa algún error.

En esta situación, que el gol del Deportivo llegase en una jugada iniciada a balón parado pareció perfectamente lógico. El gol ahuyentó los miedos del Deportivo, que en el cuarto de hora que restaba hasta el descanso vivió sus mejores momentos.

Los noruegos se rearmaron en la caseta, recuperaron la concentración y el Deportivo volvió a encontrar problemas en la reanudación. De nuevo no faltaron las oportunidades, pero la propuesta coruñesa volvió a adolecer de confusión. Tuvo que ser otra vez una jugada tras una falta la que permitiese al Deportivo salir del embrollo. Fue a unos treinta metros de la portería, y así Riazor pudo ver al fin el potente disparo que siempre se le ha supuesto a Flavio Conceiçao.

Los noruegos estaban eliminados, pero su respuesta no es que fuese tímida, sino que sencillamente no existió. El Stabaek siguió jugando como desde el primer minuto, porque en realidad no sabe hacer otra cosa.