Putin confía en su Presupuesto a pesar del primer rechazo del Parlamento ruso

El primer ministro ruso, Vladímir Putin, declaró ayer estar satisfecho con el debate sobre el presupuesto para el año 2000 que tuvo lugar el martes y a consecuencia del cual el proyecto fue enviado a una comisión para tratar de llegar a un compromiso entre las partes. La comisión tripartita la componen representantes del Gobierno, la Duma estatal o Cámara baja y el Consejo de la Federación o Cámara alta.El rechazo al proyecto de presupuesto que propuso el Gobierno fue ampliamente mayoritario y se debe a diversas causas. Una de las principales es que Rusia se encuentra en vísperas de elecciones parlamentarias y que a mediados del próximo año habrá comicios presidenciales, lo que hace que los diputados no deseen aprobar un presupuesto severo, que no disminuye las prestaciones sociales y que está pensado ante todo para servir la deuda exterior del país. Putin, como él mismo reconoce, era consciente de que el proyecto sería rechazado en una primera lectura. El proyecto establece que el gasto federal será de 803.000 millones de rublos (unos 25.000 millones de dólares según los cálculos oficiales, que pronostican un tipo de cambio de 32 rublos por moneda estadounidense), las entradas de 745.000 millones de rublos y el déficit, del 1,13% del PIB.

Entre las críticas que se le hacen al presupuesto del 2000 es que dependerá en gran parte de los precios mundiales del petróleo, ya que 200.000 millones de rublos de esos 745.000 millones son pagos de las empresas petroleras; si los precios bajan no habrá esos ingresos. Además dependerá de las decisiones que se tomen sobre la reestructuración de la deuda rusa.

El problema de la deuda externa es uno de los principales de Rusia. El próximo mes Moscú debe pagar cerca de 300 millones de dólares, y si antes del 20 de octubre no logra obtener el segundo tramo de 640 millones de dólares del crédito aprobado por el FM, entonces tendrá que encontrar recursos propios para cancelar esa deuda.